Las leyes de Aviación Civil y de Aeropuertos que rigen en México tendrán que ser reformadas o de lo contrario será difícil regular los cambios y el explosivo crecimiento que experimentará el sector durante los próximos 20 años, advirtió el ex diputado federal, Jesús Ramírez Stabros.
Exlíder de la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores (ASPA) y expiloto de Mexicana de Aviación -ahora en quiebra-, dijo que se espera que en ese lapso, la industria de la aviación tenga un crecimiento cercano al 20% en todas sus áreas, pero la Ley de Aviación Civil y la Ley de Aeropuertos están desvinculadas.
La primera data de 1995 y su cambio fundamental fue la separación de los aeropuertos en una Ley de Aeropuertos que reglamenta pero no fomenta. En ninguna de ellas se integra a la industria de fabricación de partes, ni se habla nada respecto al tema aeroespacial, ni de la tecnología espacial, de acuerdo con Stabros.
A la luz de dichos ordenamientos y previendo los crecimientos que México va a tener en el crecimiento del tráfico de personas y mercancías, será muy difícil que el Estado Mexicano pueda regular debidamente al sector, ni obligar a los aeropuertos privatizados a que inviertan y crezcan, advirtió.
La demanda del transporte, principalmente marítimo y aéreo crecerán aceleradamente. Esto puede preverse a la luz de tres temas fundamentales que están en proceso de discusión y aprobación en nuestro país.
Estos temas son, dijo, la creación del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM); los convenios bilaterales con los Estados Unidos y Brasil y el Acuerdo Transpacífico; temas, todos, que van a transformar el rostro de la industria de aviación en México, enfatizó.
Se han empezado a tomar decisiones 20 años después. Éste ya es otro país, otra aviación y otras las necesidades. Las proyecciones de Boeing y de Airbus para el 2034 dicen que habrá una demanda de 35 mil nuevas aeronaves, de las cuales el 80% se destinarán a Asia-Pacífico.
Estas aeronaves van a generar, en términos de maquila y de movimiento financiero, 5 mil 300 millones de dólares. En todo ese mercado, México tendrá una gran oportunidad con sus 54 convenios bilaterales en materia de aviación y cerca de 50 tratados internacionales de libre comercio.
En este contexto, el NAICM es la obra más importante y más grande de la historia de este país. Sin embargo, a la luz de la dinámica de crecimiento del volumen de pasajeros, corre el riesgo de nacer saturado ya que, para cuando se termine, habrá cerca del 60% de aumento de pasajeros.
Por lo que respecta a la industria aeronáutica y la fabricación de partes, aunque apenas tiene 10 años, su crecimiento se ha expandido a por lo menos siete estados de la República, con un nivel de exportaciones superior a los 7 mil millones de dólares y la generación de 45 mil empleos.
Ante este panorama, el tema de la “integralidad” se vuelve fundamental. No hay vinculación en una industria que se ha vuelto aeroespacial, con adelantos científicos que han generado el crecimiento de fábricas, infraestructura e instituciones como la Agencia Espacial Mexicana.
Se trata de generación de ciencia y tecnología, alta capacitación tecnológica, generación de empleos más allá de la simple maquila.
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