El aeropuerto de San Juan en Puerto Rico, es sede de la iniciativa de Delta Airlines para avivar la imaginación de los jóvenes al “trabajar” por unas horas en la aerolínea, lo que les brinda una experiencia inolvidable e impulsa en ellos las ganas de integrarse al mundo de la aviación en el futuro.
En la puerta B11, se pueden observar a estos jóvenes ayudantes vestidos con chalecos naranjas, quienes son pasajeros que están esperando su vuelo y tienen la posibilidad de ser seleccionados para integrar el equipo de Delta durante unas horas, y contribuyen a realizar diversas tareas como la preparación de las aeronaves o los anuncios en la zona de embarque.
“Una vez elegidos, los jóvenes aprendices se enfundan en chalecos "oficiales", mientras un empleado de Delta anuncia su llegada en la terminal, recibiendo aplausos de los compañeros agentes y de los pasajeros presentes. Los agentes de rampa se preparan para dar la bienvenida al joven pasajero, informándole sobre las labores que le aguardan. Y si las condiciones lo permiten, incluso se organiza un encuentro con el capitán en la cabina de vuelo”, afirmó la aerolínea.
A pesar del ritmo frenético propio del verano, esta iniciativa mantiene su constancia, desarrollándose día tras día, sin importar si llueve o si brilla el sol, siempre arrancando sonrisas entre los involucrados.
"Trabajar con estos niños cambia tu día por completo", comparte Ramón González-Colón, miembro del equipo de SJU Red Coat. "El impacto es genuino y brinda una experiencia inolvidable a los niños".
La génesis de esta innovadora idea surge de la imagen de un joven pasajero en Jamaica saludando a un piloto a través de una gran ventana del aeropuerto, un recuerdo que inspira a Alexis García, Jefe de Estación de la SJU, mientras se encontraba en otro viaje.
"La ventana me evocó a la de la puerta B11, y compartí la idea con algunos miembros del equipo", relata García. "Les otorgué el poder de pensar más allá de lo convencional, y han ido un paso más allá para convertir esto en parte fundamental de la cultura en el aeropuerto de San Juan".
García subraya que todos los niños muestran un entusiasmo palpable ante esta oportunidad, siendo las niñas particularmente felices al interactuar con Solmarie Martínez, la única mujer en la rampa de la terminal.
“Se iluminan sus caras (de las niñas) cuando les animo a aspirar a más, a pensar en la posibilidad de hacer el trabajo que yo hago en un futuro. Plantean preguntas y siempre desean aprender más. Es sumamente inspirador y me hace sentir orgullosa de ser parte de este equipo”, afirmó Martínez.
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