Alaska Airlines se comprometió a lograr emisiones cero para el año 2040 y reducir su impacto generado por emisiones de carbono, desechos y uso agua para 2025, con el objetivo de construir una empresa sólida y proteger el medio ambiente en el largo plazo.
Para reducir su huella de carbono, la aerolínea se centrará en cinco áreas: renovación de flota por unidades menos contaminantes, mejorar la eficiencia operativa de los vuelos, introducir combustible de aviación sostenible (SAF, por sus siglas en inglés), explorar nuevos enfoques de propulsión (como tecnologías eléctricas), e implementar tecnologías de compensación de carbono (captación de carbono).
Asimismo, Alaska estableció una meta a cinco años donde introducirá empaques más sostenibles en sus productos, iniciará un programa de reciclaje a bordo y compensará el 100% de su uso operativo de agua por medio de una inversiones en proyectos de restauración de hábitats.
“La pandemia agudizó la claridad de nuestro propósito y nos condujo a un camino más sólido hacia adelante. Pero también sabemos que no podemos hacer esto solos y que debemos trabajar junto con el gobierno, los fabricantes, los innovadores y otros socios de la industria para descarbonizar la aviación”, dijo Diana Birkett Rakow, vicepresidenta de asuntos públicos y sostenibilidad de la aerolínea.
Junto con la estrategia de emisiones netas cero para 2040, la compañía aérea estadounidense firmó el compromiso Climate Pledge de la Amazonia, donde acuerda construir un negocio sostenible para los clientes y el planeta, 10 años antes de lo establecido en el Acuerdo de París, firmado en 2015.
En este último tratado, las empresas firmantes se comprometen a enviar informes regulares sobre sus emisiones de gases de efecto invernadero, implementar estrategias de descarbonización alineadas al Acuerdo de París, además de tomar medidas para neutralizar las emisiones restantes mediante compensaciones adicionales, cuantificables, permanentes y socialmente beneficiosas.
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