La baja demanda de viajeros corporativos, la caída en los segmentos internacionales y los altos costos unitarios, son algunos de los factores por los que la pandemia ha afectado en más a las aerolíneas tradicionales, también conocidas como legacy, que a las de bajo costo, aseguró la consultora Oliver Wyman.
“Debido al covid-19, cerca de tres cuartos de las compañías a nivel mundial cancelaron o suspendieron todos los viajes domésticos y el 93% canceló o suspendió todos los viajes internacionales”, señaló la consultora en un estudio publicado esta semana.
Esto derivó en que las reservaciones corporativas (principal fuente de ingreso para este tipo de compañías) cayeran 85% durante 2020 y que se mantengan en este nivel bajo durante 2021, lo cual ha sido particularmente doloroso para las aerolíneas porque los viajeros de negocios son el segmento más rentable del mercado.
“En un año normal, el viajero de negocios representa más de la mitad de las ganancias totales de las aerolíneas, pese a que sólo representan aproximadamente el 9% del público total viajero. En promedio, producen 4.3 veces más ganancias que un turista”, indicaron los realizadores del estudio.
Asimismo, Oliver Wyman señaló que los segmentos de viajes internacional y corporativo tardarán mucho más en recuperarse. En marzo, los vuelos de largo alcance permanecen al 29% de los niveles prepandémicos, de acuerdo con los últimos datos publicados.
De esta forma, los viajes internacionales no se recuperarán, cuando menos, hasta 2023 o 2024, dependiendo del destino y las particularidades de cada país, añadió la consultora.
“Como el segmento internacional, los viajes de negocio tardarán en recuperarse por diversas razones. La primera y más obvia es que muchas compañías no han empezado a traer a sus empleados de vuelta a las oficinas y para evitar problemas, muchas esperarán a que los gobiernos den su aval antes de pedirle a sus trabajadores que viajen de nuevo”, señaló.
Otra de las razones es el crecimiento de las plataformas de videoconferencia, como Zoom, las cuales han llegado a alterar el patrón tradicional de cómo se realizan los negocios, pese a que la industria aérea mantiene que estas herramientas nunca sustituirán a la interacción humana.
Sin embargo, en toda esta crisis, las aerolíneas de bajo costo han resistido de mejor manera. Esto debido a que este tipo de compañías no depende tanto del viajero de negocios, sino del público turista.
“Uno de los resultados de la crisis es que la industria se ha convertido en más dependiente de los viajeros de placer, los cuales, pese a la pandemia, reiniciaron sus viajes en la segunda mitad del 2020”.
Por ejemplo, en los Estados Unidos, Oliver Wyman hizo un comparativo entre diez destinos de negocios y diez de placer y encontró que el precio promedio de los primeros cayó 33% durante el año, mientras que en los segundos sólo descendió 16%. Esta disparidad demuestra el impacto desproporcionado que ha tenido la ausencia de los viajeros de negocios en los ingresos de las aerolíneas, señaló la consultora.
Una vez que termine la crisis, las aerolíneas de servicio completo tendrán que adaptarse para competir de mejor forma con las de bajo costo, mientras implementan estrategias que atraigan más a los viajeros de placer, más sensibles a los costos.
De tal forma, la consultora prevé que, en lugar de ofrecer únicamente un producto premium con un costo premium, las aerolíneas legacy iniciarán la venta de servicios a la carte, con el objetivo de captar una base más amplia de clientes con distintas necesidades y capacidades de pago.
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