Piden a Aeroméxico respetar escalafón

La Asociación Sindical de Pilotos Aviadores (ASPA) de México respaldó a las sobrecargos de Aeroméxico Connect, mostrando su desacuerdo ante los despidos inminentes, ya que la acción no respetó las medidas escalafonarias y creó incertidumbre entre sus colaboradoras.

“ASPA de México rechaza la injusticia en nuestra industria en donde compañeras de trabajo están perdiendo su empleo al no respetar su escalafón y por nuestros compañeros pilotos que viven en una constante incertidumbre”, indicó el sindicato, añadiendo que invitan a que prevalezca el diálogo entre la empresa y sindicatos, para buscar esquemas que favorezcan la dignidad de todos.

Esta respuesta llegó en un boletín interno, luego de que personal de cabina de Connect solicitara la postura de los pilotos ante la falta de solidaridad y comunicación por parte del Sindicato de Trabajadores de la Industria Aeronáutica, Comunicaciones, Similares y Conexos de la República Mexicana (STIA), así como de la aerolínea con las sobrecargos.

“No existe solidaridad por parte del Sindicato, no existe solidaridad por parte de la empresa. Entonces buscamos a los pilotos”, declaró a A21, una sobrecargo que solicitó el anonimato.

Pese a que las tripulantes de cabina saben que el proceso actual por el que transita Grupo Aeroméxico debe involucrar despidos, este hecho no quita que la empresa debe reducir su fuerza de trabajo con base en las medidas escalafonarias.

La aerolínea se encuentra en un proceso de reestructuración operativa y financiera en Estados Unidos; para ello, planea el despido de 150 sobrecargos que colaboran en la filial de Connect, quienes están afiliadas al STIA.

“Se están aprovechando de la pandemia y de la reestructuración para despedir a personas que llevan hasta 22 años en la empresa. Y ni siquiera agradecerles”, agregó la fuente.

Tras solicitar el apoyo de ASPA, el grupo de sobrecargos comentó que la postura no causó algún efecto en la compañía o en el STIA.

Por último, pidieron transparencia al Sindicato, ya que, tras 22 años de solicitar los estatutos, la empresa se niega a otorgarlos.