La empresa Global Air, propietaria del avión arrendado a Cubana de Aviación que se accidentó el 18 de mayo en La Habana, reveló en un comunicado que el siniestro se debió a un "fallo humano", a pesar de que según el Anexo 13 de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), el dictamen preliminar de un accidente se emite hasta tres meses después de que este ocurrió.
Según el escrito de la compañía, los pilotos despegaron con "un ángulo de ascenso muy pronunciado", lo cual creó una “falta de sustentación que trajo como consecuencia el desplome de la aeronave".
Sin embargo, hasta el día de hoy no existe un pronunciamiento oficial del Instituto de Aviación Civil de Cuba (IACC), “autoridad responsable de la investigación, en términos del Anexo 13 del Convenio de (la Organización de) Aviación Civil Internacional, en torno a las causas del accidente de aviación ocurrido el pasado 18 de mayo, en ese sentido el IACC señaló que será hasta que concluyan todos los análisis y estudios correspondientes cuando podrán conocerse las causas”, respondió la Dirección General de Aeronáutica Civil de México (DGAC) en un comunicado.
Asimismo, la autoridad mexicana destacó que no existen elementos para que ellos “o alguna otra autoridad, pueda hacer un pronunciamiento o asignación de responsabilidades oficial al respecto”.
Por su parte, el Colegio de Pilotos Aviadores de México emitió también un comunicado donde remarca que "emitir un dictamen fuera de los lineamientos" de la OACI "resulta grave y completamente irresponsable, más aún establecer una causa probable de un accidente sin fundamento alguno".
Por lo anterior, el Colegio "exhorta a que no se emita ninguna opinión infundada fuera del proceso de investigación y se respeten los tiempos y procesos de la misma, toda vez que de lo contrario se emite información errónea, misma que es incluso una total falta de respeto a los familiares de las víctimas involucradas en los accidentes, así como a los organismos en materia correspondientes".
Manuel Rodríguez Campo, director general de la compañía y quien firmó el desplegado, también criticó la decisión de autoridades de suspender la licencia operativa de la empresa tras las denuncias de exmiembros de su tripulación.
En la imagen, Manuel Rodríguez Campo, propietario de Global Air, en 2013.
Al respecto, la DGAC señaló en su comunicado de respuesta que las medidas de “suspender las operaciones y llevar a cabo una visita de verificación técnica-administrativa mayor extraordinaria a Aerolíneas Damojh, se apegan al marco legal y tuvieron como consideración la gravedad del accidente, y como propósito asegurar que, luego de la última visita, las condiciones de operación continuarán cumpliendo con la normatividad, además de permitir recopilar documentación adicional que permita coadyuvar con la investigación del accidente”.
Aunque el comunicado de Global Air indicó que “la empresa ha venido asumiendo su compromiso con las víctimas de este lamentable accidente y contribuyendo para que se esclarezca el motivo del mismo hasta las últimas consecuencias”, incluso reportan erróneamente el número de fallecidos, que fue de 112 personas, entre pasajeros y tripulación, y no de 109, como señalan.
Asimismo, hasta el momento no se ha publicado ningún comunicado por parte de la Federal Aviation Administration (FAA) ni del Buró de Investigación de Accidentes (NTSB).
Finalmente, Rodríguez Campo señaló que su equipo legal ha interpuesto un amparo contra la suspensión de operaciones debido al "acto ilegal de falta de competencia" por parte de la autoridad aeronáutica en el proceso de inspección, ante lo que la DGAC señaló que atenderá puntualmente los juicios correspondientes y acatará las resoluciones de la autoridad judicial.
Global Air había recibido ya más de diez observaciones de DGAC sobre la seguridad de sus operaciones, y más de cinco ex trabajadores han presentado sus testimonios sobre las irregularidades en diversos medios.
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