La Asociación Sindical de Pilotos Aviadores (ASPA) y la aerolínea Aeroméxico realizaron con éxito, a inicios del mes, un vuelo de ultra largo alcance, entre el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) y el aeropuerto de Shanghái, en China.
El vuelo se realizó en el primer 787, el N961 AM, que recibió Aeroméxico, informó el capitán Carlos Arroyo Landero, y el objetivo del mismo fue llevar a la aeronave a servicio, en China, aunque también el objetivo era demostrar que en el futuro, este tipo de vuelos de ultra largo alcance –más de 14 horas en el aire, directo y sin escalas– se pueden realizar.
El viaje tuvo una duración total de 17 horas y tres minutos, desde que el avión prendiera motores en el AICM, hasta que aterrizara en el aeropuerto asiático.
Durante el vuelo, hubo dos pilotos y dos copilotos, esto con el fin de realizar un trayecto con operaciones 25-50-25, es decir el primer cuarto de la duración total del viaje, comandado por un equipo, la siguiente mitad, por el otro equipo, y el último cuarto, por el primer grupo de piloto y copiloto.
Los capitanes fueron Carlos Arroyo Landero y José Rodolfo Huerta Sánchez, mientras que los copilotos fueron Ralf Klinckwort Paap y Marco Antonio Gaona Torres.
Acorde a Arroyo Landero, este fue el vuelo más largo, transoceánico, que se ha realizado en México. En el aire, la aeronave estuvo 16 horas y 17 minutos, una hora menos del actual vuelo más largo del mundo, que opera Emirates de Dubái a Auckland, Nueva Zelanda.
Con esta travesía, se demuestra que los vuelos de ultra largo alcance son posibles en México, y con esta aeronave que recibió Aeroméxico, es factible que en el futuro se den viajes directos y sin escalas a ciudades como Moscú o Beijing, desde la Ciudad de México, declaró Arroyo.
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