Vicario de Cristo sobre la tierra, cabeza de una de las instituciones más poderosas del mundo y jefe de Estado de la Ciudad del Vaticano, el Papa Francisco iniciará este lunes sus periplos aéreos sobre territorio mexicano y serán 12 los pilotos que tendrán en sus manos la enorme responsabilidad y el gran privilegio de trasladarlo.
De la Ciudad de México a Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, los Capitanes Juan Hurtado y Pablo Roure y el Primer Oficial Fernando Gómez lo llevarán de ida y vuelta este lunes.
De la Ciudad de México a Morelia, Michoacán, los capitanes Mario Aguilera y Gerardo Terrazas y el Primer Oficial Alejandro Durán lo transportarán el martes.
De la Ciudad de México a Ciudad Juárez, el miércoles los encargados serán el Capitán José Díaz y el Primer Oficial Alejandro Nicolau en el primer vuelo. De ahí mismo saldrá un segundo vuelo a Roma, que será comandado por los Capitanes Enrique García Galiano, Hugo Tamborrell y los Primeros Oficiales Eduardo Torres y Carlos Salicrup.
Ellos vivirán la experiencia de ver, cara cara, al Sumo Pontífice, a uno de los líderes religiosos más importantes del mundo, una de las cien personas más influyentes del planeta, el 266º Papa de la Iglesia Católica, Jorge Mario Bergoglio.
Enrique García Galiano, Gerente de Operaciones de Aeroméxico, será uno de los encargados de llevar al Sumo Pontífice de regreso a Roma, al aeropuerto de Ciampino, cerca de Roma, junto con el Capitán Hugo Tamborrell y los Primeros Oficiales Eduardo Torres y Carlos Salicrup.
“Es una de las grandes personalidades a nivel mundial. Me siento contento, honrado de tener esta asignación, con muchas ganas. Cuando te llegan este tipo de oportunidades uno se llena de preocupaciones y empieza pensar las cosas demasiado”, dice a Rosa Náutica el experimentado piloto, que ha sido jefe de equipo y jefe de adiestramiento de los Boeing 737.
“Sin embargo, yo creo que es un vuelo igual que cualquier otro pero con mucha logística, en la que está involucrado El Vaticano, el Estado Mayor Presidencial. Entonces, después de hacer un análisis dices: este vuelo es para disfrutarlo no para sufrirlo”, reflexiona en charla telefónica a tan sólo unos días de que se cumpla esa fecha histórica en su vida.
“Con mis compañeros y con toda la gente que irá a bordo lo más significativo es tratar de transmitirles que hay que disfrutar este hecho; es una oportunidad única y cada uno de los que estemos en ese avión y alrededor, trabajando en esto, porque hay mucha gente detrás, todos lo debemos disfrutar mucho. Es una gran oportunidad una gran vitrina para que vean el peso y la capacidad organizativa que tiene Aeroméxico”.
Para ninguno de ellos fue necesario un entrenamiento especial. Solamente hubo un intenso contacto con la Dirección de Seguridad Aérea de Aeroméxico, que ha estado a su vez en contacto con el Estado Mayor. Solamente tuvieron reuniones donde los pusieron al tanto de los protocolos respecto al trato con los prelados católicos.
“Pero llama la atención con este Papa, a comparación de los otros, los protocolos de seguridad son igual de estrictos, pero el protocolo de acercamiento a ellos no es tan estricto como era las otras veces que se transportó al Papa. Él es muy muy sencillo y eso te hace la vida más fácil”, dice sonriente García Galiano, quien admite que nunca antes había transportado a otra personalidad de este nivel.
Carlos Salicrup, Primer Oficial para el último vuelo al aeropuerto de Ciampino, es además médico especialista en medicina aeroespacial, con experiencia en terapia intensiva y presidente de una organización internacional que agrupa a todos los pilotos médicos que ejercen las dos profesiones al mismo tiempo.
“Eso afortunadamente me posicionó en un lugar elegible para este vuelo. Yo estoy muy emocionado. La verdad es un privilegio haber sido uno de los elegidos. Un orgullo también para mi familia”, dice en tono aparentemente tranquilo.
“En lo personal yo lo siento como un reconocimiento al esfuerzo de muchos años que todos nosotros hemos realizado”, dice en referencia a sus compañeros pilotos que han sido asignados para estos vuelos.
Le toca llevar al Papa en una de las rutas más largas. Por eso van dos capitanes y dos primeros oficiales.
Recuerda que de niño fue escolta médica del Papa Juan Pablo II por parte de la Cruz Roja. “Cuando él vino la última vez me tocó estar muy cerca a la misa que hizo en el Autódromo”.
Sin embargo, en su familia no es el único. Su padre, Carlos Felipe Salicrup Aistrain, piloto jubilado de Mexicana de Aviación, tiene un libro en el que relata la primera visita de Juan Pablo II. A él le tocó llevarlo de la Ciudad de México a Oaxaca, como primer oficial de un Boeing 727.
Gerardo Terrazas es, junto con el capitán Mario Aguilera y el Primer Oficial Alejandro Durán, uno de los encargados de llevar al Papa de 79 años a Morelia, Michoacán.
Sin embargo, esta tripulación tiene una característica adicional. Fue conformada a invitación directa de la empresa Aeroméxico a la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores (ASPA), cosa que ocurre por primera vez. De hecho, Mario Aguilera es Secretario General de ese organismo.
Esta es una distinción para ASPA, insiste, aunque cualquier piloto de la aerolínea pudo ser elegido porque todos cumplen los requisitos.
“Es una gran responsabilidad por quién es y por lo que representa. Grupo Aeroméxico ha trabajado muy fuerte en toda esta logística de organización y evidentemente a nosotros, como parte de la tripulación, nos da mucho gusto y también nos hemos preparado para poder realizar el vuelo el próximo martes”.
“Sabemos el tipo de vuelo por todo lo que conlleva alrededor. Es un vuelo que genera mucho compromiso, mucha responsabilidad, porque mucha gente lo sigue, pero es una responsabilidad más. Nos hemos preparado en estos vuelos para poderlos llevar a cabo y sobre todo estamos muy contentos de que ASPA de México haya sido seleccionado para hacerlo”.
En sus 21 años como piloto comercial, siempre en Aeroméxico, admite que ya antes le había tocado transportar a políticos, artistas “pero no de una manera planeada sino simplemente han sido pasajeros”.
El último de ellos fue, recuerda, el hijo del Presidente Enrique Peña Nieto de Cancún a México. “Prácticamente es la primera vez que nos toca comandar un vuelo de esta naturaleza y me siento orgulloso, porque siempre habían sido los puestos de confianza de la empresa los que realizaban este tipo de encomiendas y hoy se abre esta distinción a ASPA”, enfatizó.
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