Para evitar el riesgo a futuro de que Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA) obstaculice el ingreso de nuevos actores al mercado nacional de combustibles aéreos, no solo en la infraestructura aeroportuaria existente sino también en el Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM), la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) exhortó al gobierno federal a que se elimine la exclusividad ejercida por ASA en la prestación de servicios de almacenamiento, comercialización y expendio de turbosina.
En una opinión enviada tanto a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) como a las cámaras del Congreso de la Unión, el órgano de control denunció que "el régimen de exclusividad de ASA es incompatible con el marco regulatorio de la Reforma Energética que busca, entre otras cuestiones, incentivar la incorporación de nuevos competidores al mercado".
La Comisión advirtió también que este hecho es aún más grave si se considera que el título de concesión del nuevo aeródromo capitalino preserva este régimen, pues en dicho documento se señala que "el NAICM debe atender lo dispuesto en el Reglamento de la Ley de Aeropuertos, que prohíbe a agentes económicos distintos a ASA el prestar servicios de almacenamiento, distribución y suministro de combustible, hasta en tanto la SCT determine lo contrario".
Otro impacto a la competitividad por las condiciones actuales del mercado nacional de turbosina son los precios, pues estos se han elevado en años recientes, en detrimento tanto de compañías aéreas como de sus usuarios.
Para demostrar esta observación, el regulador citó datos de organismos internacionales como la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA, por sus siglas en inglés) que señala que el insumo representa casi el 30 por ciento de los gastos operativos de las aerolíneas.
Asimismo, destacó la denuncia que a inicios de año realizó la la ALTA, Asociación de Transporte Aéreo de América Latina y el Caribe, relativa a que en nuestro país se registran los precios de abastecimiento más caros de la región, especialmente los observados en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM).
Finalmente, presentó gráficos de tendencia (de elaboración propia) en donde se observa que, en los últimos cinco años, el precio promedio de turbosina despachado en terminales mexicanas fue dos pesos por litro más caro que en Estados Unidos.
Ante esto, el Pleno de la Cofece reiteró el llamado a la SCT para que, de manera proactiva, de celeridad, claridad y seguridad jurídica a la entrada de nuevos jugadores en el mercado de combustibles aéreos, a partir de dos medidas esenciales:
- Promover la eliminación del régimen de exclusividad establecido en el Reglamento de la Ley de Aeropuertos. Para ello, sugirió modificar los títulos de concesión de todos los aeropuertos nacionales, así como adecuar los contratos celebrados por ASA con otros comercializadores, operadores y aerolíneas, y;
- Adjudicar –mediante proceso abierto y competido–, la construcción de instalaciones de almacenamiento y servicios complementarios para el suministro de turbosina en el NAICM, y evitar el otorgamiento de ventajas exclusivas a ASA durante el proceso.
Cabe destacar que el organismo regulador reconoció que la misma Comisión Reguladora de Energía (CRE) ya acotó las operaciones de comercialización de turbosina de ASA mediante un permiso provisional.
Asimismo, destacó que la CRE condicionó la ampliación de dicho permiso a que no subsista exclusividad alguna en favor de ASA para su actividad, y a la presentación obligatoria de un cronograma, donde se establezcan las fechas y acciones para llevar a cabo la separación legal de las actividades del órgano de la SCT como comercializador y almacenista.
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