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03/05/2024

¿Llegó el momento de reinventar Aeromar?

Rosario Avilés / Lunes, 10 Octubre 2022 - 19:02

Hace años que Aeromar lleva una lenta y desilusionante caída hacia la desaparición. Aquella empresa que fundó el muy querido y admirado Marcos Katz, que es hoy por hoy la aerolínea que, sin quebrantos ni recreaciones, acumula mayor tiempo volando en el mercado mexicano, está a punto de desaparecer… o de reinventarse.

A pesar de que esto parece el cuento del pastor y el lobo, lo cierto es que la respiración artificial que se le ha dado a Aeromar todos estos años, es en parte consecuencia del prestigio que tuvo su fundador y que han heredado sus familiares, y en parte la función social que tiene como línea regional que sus trabajadores han defendido a capa y espada y que puede ser, a la postre, lo que le ayude a reinventarse.

Muchos de los vuelos que hace Aeromar no están cubiertos por otras opciones de transporte aéreo, entre otras cosas porque algunos de los aeropuertos a los que sirve son demasiado pequeños o no son tan eficientes para aviones más grandes, como es el caso de Lázaro Cárdenas, Salina Cruz o Ixtepec. O bien, sus rutas son tan cercanas -como Morelia- que un avión como el ATR 72 es mucho más eficiente en ellas. 

El asunto, sin embargo, es que este tipo de aviación, la regional, no es un segmento que haya logrado estabilidad y masa crítica suficiente en nuestro país, pese a su importancia y tal vez el asunto tenga que ver con la estructura de costos y el modelo de negocio que Aeromar siempre representó. 

No olvidemos, por ejemplo, que el costo de sus boletos a plazas como Salina Cruz eran prohibitivos, porque se esperaba que dicha ruta no alcanzara los mínimos de pasajeros, pero a ese precio, con un 25 o 30 de factor de ocupación era suficiente y se obtenía porque quienes visitaban esa plaza no tenían alternativa y además sus viáticos eran pagados por Pemex.

El modelo dejó de funcionar hace años, pero en el camino se han ensayado otras posibilidades que, incluso, llegaron a ser muy prometedoras, como cuando se pensaba que Avianca podría invertir en la ampliación de rutas y flotas. Para ello, se trabajó en conjunto dirección y trabajadores de una manera muy creativa, hasta que el socio capitalista fue obligado a dejar su posición en Avianca Holdings.  

Esa fue una oportunidad perdida que, sin embargo, puede volver a ser plausible siempre y cuando exista lo que se llama “voluntad política”. Los trabajadores de Aeromar tienen ya una propuesta que incluye aprovechar las sinergias que se crean entre aeropuertos que no son los principales en una región, pero que cuentan con una base de población adyacente que puede usar el avión siempre y cuando tengan opciones razonables. 

Estas plazas necesitan con urgencia una alternativa que permita aprovechar las ventajas ya sea turísticas o comerciales que poseen, con aviones que les ayuden a “calentar las rutas”. 

Estamos hablando de terminales semi-vacías, algunas de Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA), como Colima, Puebla, Puerto Escondido, Chetumal, Poza Rica, Tamuín, Loreto, Chichén-Itzá, etc., que tienen oportunidades de crecer si hay la visión para apoyar un proyecto pertinente. Ojalá que así lo entiendan quienes tienen en sus manos la mencionada “voluntad política”. ¿La habrá? E-mail: raviles0829@gmail.com

 

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