Como es sabido en nuestra comunidad aeronáutica, la semana pasada se realizó una visita de los más altos funcionarios de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) a la sede central de la Federal Aviation Administration (FAA), en Washington, para sostener reuniones de trabajo con Billy Nolen, director interino de dicha autoridad americana y su equipo más cercano.
Lo positivo de dicha visita:
-Que después de varios meses de no tener avances en el proceso de recuperación de la Categoría 1, incluso con retrocesos al aumentar el número de hallazgos en el proceso de revisión por parte de los inspectores de la FAA, los altos funcionarios mexicanos cambiaron la mentalidad y se apersonaron con el director de la FAA y el equipo responsable del asunto de la categoría.
-¿A qué obedeció este positivo cambio de estrategia? Puede ser a un manotazo del ejecutivo federal al, finalmente, estar entendiendo la enorme trascendencia negativa de la degradación de categoría, o a presiones del exterior, o para aprovechar el nombramiento del nuevo director general de la AFAC. En fin, posiblemente nunca lo sabremos, pero lo positivo es que se hizo.
-Que la visita fue liderada por la cabeza del sector aéreo de nuestro país, esto es, por la autoridad rectora en materia de aviación en México, representada por Jorge Nuño, encargado del despacho de la SICT, acompañado de Rogelio Jiménez Pons, subsecretario de Transporte y del general Miguel Enrique Vallín, nuevo director general de la AFAC.
-Que finalmente hay un Plan de Acción Correctiva por parte de la autoridad mexicana, aparentemente con acciones y fechas concretas, y que entendemos fue bien visto por la FAA. Este plan deberá concluirse en diciembre próximo.
-Que se acordó una visita de alto nivel de la FAA, en enero próximo, para que la AFAC presente las conclusiones de dicho plan de acción, así como para definir la fecha de la auditoría cuyo resultado, en un escenario muy positivo, nos llevaría a recuperar la Categoría 1 hacia finales del primer semestre de 2023.
-Que, al parecer, se modificará el decreto por el cual se creó la AFAC, para dotarla de autonomía presupuestal y financiera, entre otras modificaciones, lo cual podría llevarla a la autosuficiencia presupuestal.
Lo cuesta arriba:
-El tema presupuestal de la AFAC, que si bien se está proponiendo un incremento para el ejercicio 2023 para tener un presupuesto de 662 millones de pesos vs los 500 millones de pesos que se le asignaron para 2022, la realidad es que la AFAC requiere alrededor de 2,000 millones de pesos para cumplir cabalmente con todas las funciones y responsabilidades que le competen.
-Los tiempos del Congreso de la Unión pueden estar bastante justos para sacar adelante, en este periodo legislativo, las reformas a la legislación aérea mexicana, que son parte de las acciones esenciales para la recuperación de la categoría.
-El reciente hackeo que sufrió la SICT, que además de reflejar nuevamente la alta vulnerabilidad cibernética de la administración pública federal, no viene a contribuir en nada positivo al escenario actual de nuestra aviación mexicana.
En fin, empiezan a darse señales que podrían ayudarnos a ver una ligera luz al final de este largo túnel, por el cual hemos transitado en estos 17 meses en que la aviación mexicana ha sufrido y afrontado los efectos de esta desafortunada degradación. Éxito a nuestras autoridades en enero próximo con la visita de la FAA, cuentan como siempre, con todo el apoyo y colaboración de la industria aérea nacional.
“Los artículos firmados son responsabilidad exclusiva de sus autores y pueden o no reflejar el criterio de A21”
Facebook comments