A lo largo de la historia, la tecnología ha permitido a los ejércitos separar a sus soldados de daños por medio del uso de lanzas, arcos y flechas, cañones, armas de fuego y otras armas modernas. Todas éstas sirven como ejemplos de tecnologías que han aumentado la distancia entre ejércitos contrarios, reduciendo así los combates cuerpo a cuerpo en los campos de batalla.
El uso de drones artillados es conocido por todos. Mediante el uso de enlaces satelitales ya es posible operar un dron desde virtualmente cualquier parte del mundo, haciendo posible que cada vez sea más grande la distancia entre el campo de batalla y la cabina desde donde los pilotos operan las aeronaves.
En medio de informes de que Irán derribó un avión no tripulado de la Armada de Estados Unidos el mes pasado y que Estados Unidos en respuesta derribó un avión no tripulado iraní la semana pasada, los aviones pilotados a distancia están recibiendo cada vez más atención.
Muchos de los aviones no tripulados que vuelan la fuerza aérea estadounidenses más allá de sus fronteras, son piloteados actualmente desde la Base Creech en Nevada, a menos de dos horas en coche de Las Vegas, lo que hace posible que un piloto militar pueda pilotar un dron remotamente al otro lado del mundo durante una jornada de trabajo de ocho horas, irse a casa a descansar y estar con la familia, luego al otro día regresar al trabajo para pilotar esa u otra aeronave a cientos o miles de kilómetros de distancia.
Otra de las ventajas importantes de las aeronaves no tripuladas es que no sólo no hay un piloto ni una tripulación a bordo, sino que también tienen la capacidad de mantenerse por encima de algún objetivo durante 24 horas o más. Eso le da la capacidad de vigilar y asegurarse de conocer a detalle qué es lo que está pasando en el sitio de interés. Además, si un avión puede volar por 24 horas y un humano puede trabajar aproximadamente ocho, existe la capacidad de intercambiar tripulaciones tres veces en un día para que pueda tener nuevos ojos sin tener que devolver el avión a la base.
Hay otro proyecto interesante que intenta tomar vehículos aéreos no tripulados relativamente pequeños, lanzarlos desde la parte trasera de un avión de carga, hacer que cumplan su misión y recuperarlos en el aire. Parece que el límite de tareas que puede desempañar un dron es la imaginación.
Es de llamar la atención que el ejército de los Estados Unidos actualmente entrena a más pilotos de drones que pilotos de aviones tripulados. Puede esto sonar lógico pues el uso de drones evita arriesgar la vida de los soldados. Por el otro lado, puede resultar que cada vez sea más fácil matar a distancia por medio de drones artillados, lo que supone un profundo debate ético y legal…
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