Si viaja de la Ciudad de México a Ixtapa-Zihutanejo por Aeromar, junto con una botana saludable, tal vez oblea de arroz integral (de la marca mexicana Be free), recibirá una servilleta con los logos de la marca México, del programa Viajemos Todos por México y de los atractivos guerrerenses, donde la empresa realizó una de las diversas celebraciones con motivo de su 30 aniversario.
Lo anterior es una muestra de la publicidad con enfoque regional y socios estratégicos que ha implementado Carlos Reyes, responsable de Mercadotecnia en la aerolínea desde hace cuatro meses.
Charly, como es conocido, fue contratado por Andrés Fabre, director de Aeromar, para cambiar la actitud de la marca en pleno proceso de incorporación de Synergy Group, controlador de Avianca, como socio: en los siguientes cinco años se habrá de ejercer una inversión de 100 millones de dólares por el 49% de la aerolínea de México.
“El marketing no es otra cosa que proponer cosas diferentes. Pararse frente al mercado y decir acá estoy. No importa el tamaño, lo que importa es la actitud. Estamos construyendo esa actitud, el nuevo ADN.
La aviación es un sector donde normalmente suceden pocos cambios. Estamos haciendo un chorro de cosas locas con poco presupuesto… la magia del marketing está en eso”, explica Reyes.
Entre esas acciones ya se encuentra la venta, sin precedente, de boletos en 100 pesos (más impuestos) para celebrar la Independencia de México, 15 y 16 de septiembre. Esos dos días lograron comercializar 28,000 boletos, lo cual causó gran sorpresa porque estimaban sumar entre 5,000 y 7,000.
Para lograr la hazaña se apoyaron fundamentalmente en sus redes sociales, aunque también hubo publicidad tradicional en diferentes medios, quizá en radio la presencia fue menor.
El encargado de Mercadotecnia de Aeromar, que laboró previamente en Jugos del Valle, Volvo y la agencia de publicidad de Carlos Alazraki, entre otras empresas, tiene claro que una promoción como la que hicieron no necesariamente genera “grandes ingresos” sino que ayuda a conseguir otras cosas, principalmente que la gente los conozca luego de 29 años en que no hubo acciones disruptivas.
“El secreto fue viralizar la venta de boletos a cien pesos”, recuerda. A ese hitazo que fue apoyado por blogueros le siguió una venta con descuentos de hasta el 50% para algunos de sus 26 destinos que tienen actualmente. Y se alista una “atractiva oferta” para antes de que termine el 2017.
Por lo pronto, esa y otras acciones están sirviendo a la línea aérea (que en un lapso de tres a cinco años podría convertirse en Avianca México y dejar a un lado su carácter regional), para incrementar los pasajeros transportados. De enero a octubre pasados alcanzó la histórica cifra de 539,795 clientes en vuelos nacionales, 27% más que igual periodo del 2016, y va por más.
Al cierre del 2017 esperan sumar 675,000 pasajeros, 28% más que el año pasado, que representaría el aumento más grande de los últimos diez años (en el 2009 registraron el un incremento del 17.9%, que era el mayor). Entre los ambiciosos planes para el 2018 figura movilizar 945,000 clientes, lo que significaría la llegada de aviones de mayor capacidad a sus turbohélices ATR.
Las fiestas de los 30 años de Aeromar no han terminado, ni las actividades de posicionamiento de marca, que incluyen la incorporación en el exterior de los aviones de un logo conmemorativo. Charly Reyes promete que habrá más sorpresas para dejar en claro que son ya una opción más para los viajeros. Seamos pacientes y críticos de lo que viene.
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