La Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA) reportó durante estos últimos meses una serie de fallos en sus sistemas. Y es que, a principios de enero, la FAA suspendió los vuelos por primera vez desde el 11S, llegando a paralizar el tráfico aéreo durante dos horas, tras varios fallos informáticos. Sumado a este fallo, en el aeropuerto de Nueva York y en el de Austin (Texas) se reportaron varios incidentes desde las torres de control que pusieron en peligro la vida de cientos de personas tras casi colisionar cuando se estaban preparando para despegar.
En este sentido, Billy Nolen, jefe de la FAA aseguró que la Agencia ha tomado medidas para evitar que se produzcan nuevos incidentes, coincidiendo, además, que durante el mismo mes dos aviones estuvieran a menos de 30 metros de chocar, tras un error tecnológico en la torre de control del aeropuerto de Austin.
A pesar de que se están tomando medidas, desde la Administración Federal aseguran que “no se puede prometer que no se produzca otro fallo”.
Nolen ha querido defender la seguridad de los viajes en avión en Estados Unidos, coincidiendo con los recientes incidentes producidos durante estos meses en el aeropuerto John F. Kennedy de Nueva York, en Austin y en la costa de Hawai. Se están llevando a cabo reuniones específicas con un equipo de expertos para revisar la seguridad de las aerolíneas estadounidenses.
“Estamos viviendo el periodo más seguro de la historia de la aviación, pero no debemos darlo por sentado; los recientes acontecimientos nos recuerdan que no podemos caer en la autocomplacencia”, afirmó Nolen, durante su comparecencia en el Senado.
A pesar de estas declaraciones, Nolen ha querido tranquilizar a la Cámara recordando que, a pesar de los fallos tecnológicos, no se ha llegado a producir una catástrofe. En este sentido, el administrador en funciones de la FAA ha indicado que en Estados Unidos no se había producido un accidente mortal de avión desde el año 2009.
En cuanto a la propia modernización de los sistemas de los aviones estadounidenses, Nolan recalcó que, desde las FAA, “se está trabajando para enfrentar los desafíos en el mantenimiento de nuestros sistemas mientras nos mantenemos al día con las tecnologías y los participantes nuevos y emergentes.
Y es que, parte del sistema NOTAM de la aviación estadounidense tiene 30 años de antigüedad, aunque la mayoría de los vuelos de las compañías aéreas utilizan un sistema más reciente.
“Estamos comprometidos a mejorar y asegurar nuestros sistemas, encontrar nuevas formas de ser ágiles para enfrentar estos desafíos y continuar alcanzando los más altos niveles de seguridad y eficiencia”, afirmó.
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