Después de que el Consejo de Seguridad Holandés (DSB, por sus siglas en inglés) diera a conocer en octubre pasado su informe final sobre el desastre del vuelo de MH17 de Malaysia Airlines en el este de Ucrania, el gobierno de Rusia discrepó categóricamente dicho resultado y anunció nuevos indicio sobre este acontecimiento.
La Agencia Federal de Transporte Aéreo de Rusia (Rosaviatsia) publicó una carta enviada por su subdirector, Oleg Storchevoy, al DSB. El texto asegura que "alguna evidencia importante", que no había sido descubierta en la investigación holandesa, fue hallada por la parte rusa.
En la carta, Storchevoy escribió que expertos rusos continuaron su investigación sobre el accidente. "Experimentos y exámenes adicionales atestiguan el hecho de que la información proporcionada en el informe final", en lo que se refiere a las conclusiones del DSB, son "infundadas e inexactas".
Rosaviatsia encontró que los fragmentos recuperados de los restos del MH17, no coinciden con los de los fragmentos perforados producidos por la ojiva 9N314M.
Además, que el algoritmo utilizado de la detonación no habría producido el patrón de pulverización de fragmentación observada en el Boeing 777.
También que las anomalías encontradas en el patrón de daños significa que el punto de detonación de la ojiva y la orientación de los misiles, no podría haber sido como se describe en el informe del OSD.
A su vez, esto significaría que la posible zona de lanzamiento del misil se calculó incorrectamente.
A pesar de las discrepancias, el funcionario dijo: “Apoyamos la conclusión de que Ucrania tiene toda la responsabilidad por no cerrar el espacio aéreo en medio de las actividades militares que podrían ser potencialmente peligrosas para las aeronaves civiles”.
Storchevoi aseguró que la comisión internacional de investigación de la tragedia ocultó a Rusia varios datos importantes sobre el siniestro.
En el informe sobre el accidente aéreo que acabó con la vida de 289 personas, emitido por la Junta de Seguridad de los Países Bajos, se sostiene que fue derribado por un misil lanzado desde la zona prorusa, aunque no se aclaró quién disparó el misil, ya que tanto el ejército ruso como el ucraniano poseen este tipo de armamento.
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