De acuerdo con datos de la Organización Europea para la Seguridad de la Navegación Aérea (Eurocontrol), los retrasos en las llegadas durante 2022 aumentaron 33% respecto a 2019, alcanzando una media de 16.9 minutos por vuelo, mientras que los periodos pico superaron ese promedio.
En cuanto a la puntualidad de las salidas, estuvo por debajo del 50% a principios de julio de 2019 y rara vez superó el 60% durante los dos meses siguientes; destacó que las dificultades fueron significativas y que el 6.9% de los vuelos programados de 2022 no despegaron.
Por lo anterior, el organismo aseguró que “la mala noticia” es que la temporada de verano de 2023 en el hemisferio norte podría ser peor.
Rory Sergison, jefe de Infraestructura de gestión del tráfico aéreo (ATM) de Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) en Europa, indicó que existen muchos desafíos que enfrentará el espacio aéreo europeo en los próximos meses pico de verano.
“No podemos predecir qué sucederá o cómo se las arreglarán nuestros socios de servicios, como los aeropuertos y los proveedores de servicios de navegación aérea (ANSP), y eso hace que sea imposible para las aerolíneas planificar”, sostuvo.
Resaltó el tema de los espacios aéreos ruso y ucraniano, que están cerrados, igual que el espacio aéreo moldavo debido a las sanciones, por ello, suponiendo que la guerra entre Rusia y Ucrania continúe, el tráfico se verá empujado hacia el sur, sobrecargando un corredor del sureste de Europa hacia/desde Turquía y Grecia que ya estará lleno de tráfico turístico hacia destinos vacacionales populares. La reapertura progresiva de los mercados asiáticos agudizará el problema.
A esto se suma un fuerte crecimiento del tráfico en Europa central y el sudeste de Europa, este último ya superó los niveles de 2019 en el verano de 2022. La actividad militar planificada también está aumentando, sobre todo en Francia y Alemania.
“Y luego está el malestar industrial en el sistema. Francia es preocupante, ya que los oficiales de control de tráfico aéreo (ATCO) no tienen que dar detalles de su huelga propuesta. Su espacio aéreo podría caer a un servicio mínimo con muy poco aviso”, sostuvo Sergison.
Observó que no hay garantía de que los aeropuertos clave, incluidos Amsterdam Schiphol y London Heathrow, no vuelvan a responder a la alta demanda limitando la capacidad.
“Hay que proteger al consumidor, tienes que darles seguridad y confianza en el ecosistema de viajes aéreos, pero eso no estará ahí a menos que haya cambios significativos e inmediatos”, puntualizó.
Las soluciones no son fáciles de encontrar. El administrador de la red de Eurocontrol, que intenta coordinar el espacio aéreo europeo para optimizar el flujo de tráfico, no tiene poderes ejecutivos, lo que deja a los ANSP de los países libres para concentrarse en aliviar los problemas en su jurisdicción, independientemente de las repercusiones.
Sin embargo, la gestión del flujo de tráfico aéreo (ATFM) es una métrica importante en Europa, ya que se utiliza en el Esquema de Rendimiento del Cielo Único Europeo (SES). El retraso promedio en ruta por vuelo en 2022 fue de 1.76 minutos, un aumento del 11% en comparación con los 1.58 minutos en 2019. Es preocupante que los dos espacios aéreos clave, Francia y Alemania, sean responsables de la mayoría de los retrasos.
Hay buenos ANSP en Europa. Bulgaria, Rumanía y España, por ejemplo, manejan un tráfico por encima de su capacidad pero siguen brindando un servicio excelente. Y SESAR, una iniciativa que diseña e implementa nuevas tecnologías para los ANSP, está realizando algunas pequeñas mejoras en determinados procedimientos o geografías.
Para Sergison, esto demuestra que el problema no es irresoluble, sino que el sistema en general se está quedando corto y la mayoría de los ANSP deben mostrar una mayor agilidad en su enfoque.
Una mejor supervisión también contribuiría en gran medida. La provisión de servicios necesita objetivos más sólidos y la falta de entrega debe manejarse de forma adecuada.
“Los cielos europeos se saturaron en 2022 y esperamos más tráfico en 2023. Será difícil evitar retrasos dados los desafíos que enfrenta el sistema europeo, pero con una combinación de mejoras de procedimientos, tecnológicas y de listas, podríamos mitigar el peor de los problemas”, observa Sergison
Por ello, los ANSP y los Estados deben actuar con decisión, necesitan entregar de una manera transparente que permita a las aerolíneas volar con los horarios publicados y brindar al consumidor final el servicio requerido, finalizó.
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