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22/11/2024

Baja en Categoría, uno de los retos para certificación del AIFA

Redacción A21 / Martes, 30 Noviembre 2021 - 21:58
la AFAC está descalificada por parte de la FAA

Por Evangelina del Toro

En alianza con T21

Distribución de vuelos, rediseño del espacio aéreo, derechos de vía para la conexión ferroviaria, son algunos de los retos que aún enfrenta el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), aunque uno de los más importantes serán las certificaciones frente a la baja de categoría en seguridad aérea que enfrenta México desde mayo pasado.

“¿Quién va a aprobar el AIFA como un aeropuerto nuevo? Lo tiene que aprobar la autoridad aeronáutica del país, la AFAC, pero resulta que está descalificada por parte de la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos, ellos encontraron que la AFAC no es capaz de verificar a operadores, aeropuertos, escuelas en México, que operen acuerde a la regulación, entonces si no sale de categoría 2 nadie le va hacer caso de que apruebe el aeropuerto”, dijo Jesús Navarro Parada, presidente del Colegio de Ingenieros Mexicanos en Aeronáutica (CIMA).

No obstante, dijo que no duda que puedan volar operadores de Venezuela, Cuba o Nicaragua, pero “eso es otro tema”, aunque insistió que la autoridad aeronáutica es la que deberá de dar los permisos necesarios para comenzar con operaciones internacionales, el cual “ahora está descalificada y necesita salir de esa condición para que todo camine bien”.

La Administración Federal de Aviación (FAA) degradó a Categoría 2 la seguridad aérea del país desde mayo de este año y se espera recuperar la categoría en el primer semestre de 2022. Venezuela, Bangladesh, Malasia, Tailandia, Pakistán, Ghana,Curazao y la Organización de Estados de Caribe Oriental están en la misma posición que México.

Por su parte, Javier Villazón Salem, director general en Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México (GACM), mencionó que precisar la vocación del Aeropuerto Internacional de México (AICM), AIFA y Toluca será un proceso que llevará tiempo, mientras que la certificación para vuelos internacionales no se realizará en los primeros 2 meses de operación y eso será un gran desafío “ganarse la confianza, pero lo va hacer”.

El nuevo aeropuerto de Santa Lucía está bien conectado desde el punto de vista carga y tiene espacio suficiente y esto antoja que puede ser un aeropuerto de carga muy natural, si sacáramos la carga del AICM no aumentaremos el número de pasajeros pero si daríamos un mejor servicio y crear una nueva terminal que desahogue lo que vivimos todos cuando vamos a la Terminal 1. En el caso de Toluca, tiene más capacidad en la aviación general”, expuso.

En este sentido, destacó que Santa Lucía arrancará con vuelos comerciales, pero se agregarán operaciones cargueras, aunque también en un futuro proporcionará la interconectividad, lo que ofrece ahora el aeropuerto capitalino, mientras que Toluca atiende la demanda del poniente y norte de la ciudad.

De igual manera, mencionó que otro reto será contar con la oferta adecuada de acuerdo con el mercado, así como generar una mínima necesidad de interconexión entre dichas terminales. Sobre el rediseño del espacio aéreo, Jesús Navarro Parada, comentó que hasta el momento los Servicios a la Navegación en el Espacio Aéreo Mexicano (Seneam) no ha “explicado a cabalidad” cómo va operar.

“Lo que ha sucedido es que se cambiaron las trayectorias de aproximación para el aeropuerto de la Ciudad de México causando un malestar mayúsculo con la población del lado sur y hoy no se ha dado una explicación del por qué se hizo. Sabemos que no sirvió para un aumento de capacidad porque solo operará con 41 operaciones por hora, entonces para qué se movieron las trayectorias”, dijo. En este sentido, consideró que otro reto para el sistema aeroportuario está centrado en el espacio aéreo entre el AICM y el IAFA, “si bien la instalación en tierra es excelente, el diseño del espacio aéreo no está explicado.

Ha habido explicaciones hacia el Colegio de Pilotos y el de controladores, que son los principales involucrados en este tema y no ha habido claridad de cómo se va a operar”. Durante el panel Resiliencia del Sistema Aeroportuario del Valle de México: Retos y Oportunidades organizado por el Colegio de Ingenieros Civiles de México (CICM), Manuel Eduardo Gómez Parra, precisó un desafío más,  la conexión ferroviaria que deberán resolverse en 24 meses de construcción, con líneas de carga en operación intensa, así como reponer 13,400 metros de vías para el nuevo patio, reubicación de 63 kilómetros de vías, sistemas de comunicación, telemando y otros, mantener el servicio de carga, reconfigurar a solo 3 los cruces a nivel existentes, horarios registrados, restos arqueológicos o paleontológicos.

“Va a pegar en el programa de obra y a lo mejor tendremos otras consecuencias de mayor envergadura, así como las demandas sociales legítimas o no, la liberación de derecho de vía, parcelas de uso común y un problema muy grave que es la intervención de líderes que prometen entregar dinero si obstruyen la obra, esto es un cáncer en todos los proyectos de infraestructura.

Tenemos problemas con instalaciones de gas que están ocupando el derecho de vía y no tiene permisos y eso nos está retrasando el inicio de algunos tramos y un riesgo que no lo vemos muy alto pero que sin embargo existe, son las eventuales inundaciones en donde estamos haciendo sistemas de drenaje para dar solución”, precisó.

Sobre las vías de carga cercanas al AIFA, señaló que están siendo reubicadas desde Circuito Exterior Mexiquense hacia el poniente para permitirla construcción de la vía principal del aeropuerto y posteriormente la Línea H que va a Pachuca se moverá para dar servicio a la terminal de carga que está en el extremo norte y que funcionará para el abastecimiento de combustible y carga.

El director general de Transporte Ferroviario y Multimodal de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), precisó que las vías que conectan a Ferrovalle con Veracruz ya se reubicaron al límite del polígono y ya se encuentran en operación, lo que ha permitido finalizar las pistas y la barda perimetral.“ Son 50 kilómetros de vía que ya están terminadas y que solo faltan algunas conexiones derivadas de procesos remanentes de derecho de vía que siguen dando lata”, apuntó.

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