Cincuenta y cinco años después, el texto del Convenio Bilateral sobre Transporte Aéreo entre México y los Estados Unidos (CBTA) se encuentra claramente rebasado por la realidad práctica de la aviación, advirtió Juan Manuel Estrada Sánchez, especialista en Derecho Aeronáutico, egresado de la Universidad Panamericana.
Sin embargo advirtió que, al margen del debate sobre los pros y contras de este instrumento legal, “es de suma importancia puntualizar que las modificaciones al CBTA no prevén una política de cielos abiertos, y tampoco conllevan la posibilidad de conferir derechos de cabotaje a aerolíneas norteamericanas”.
Las modificaciones reales que fueron acordadas están enfocadas a liberalizar parcialmente nuestro espacio aéreo, confiriendo recíprocamente derechos de explotación relacionados con la no limitación de operadores, rutas y frecuencias entre los Estados, señaló en entrevista con la agencia Rosa Náutica.
Las operaciones actuales de transporte aéreo regular de pasajeros se ven limitadas por el CBTA vigente, el cual prevé ciertos candados con respecto al número de operadores y frecuencias que son autorizadas.
A manera de ejemplo, la ruta entre la Ciudad de México y Houston, sólo puede ser operada por dos aerolíneas mexicanas y dos norteamericanas, con una frecuencia semanal de 5 veces por semana.
Por su parte, las modificaciones permitirán que más empresas compitan entre sí para generar más y mejores servicios en beneficio de los consumidores.
De esta forma, Estrada Sánchez consideró que las modificaciones al CBTA conllevan diversas ventajas, de las que destaca primordialmente el impulso a los servicios de transporte aéreo derivado de la creación de nuevas rutas, el incremento de operadores y competidores a efecto de propiciar costos competitivos y mejoras en los servicios al pasajero.
En cuanto a los temores sobre las asimetrías entre las flotas aéreas entre ambos países, el abogado en derecho aeronáutico puntualizó que, “si bien es cierto las aerolíneas norteamericanas cuentan con mayor capacidad e infraestructura, también lo es que la apertura del mercado norteamericano resulta sumamente atractiva para las empresas nacionales”.
Por otro lado, las aerolíneas enfocadas en la prestación de servicios de carga se verán beneficiadas, toda vez que el convenio generará el ambiente idóneo para el incremento en las exportaciones e importaciones aéreas, como consecuencia de la creación de una autopista aérea que se dará con el incremento de rutas, aumentando la interconectividad de nuestro país con Asia y Europa.
“Debo señalar que concuerdo con quienes consideran que la apertura sectorial a la cual se verán confrontados los operadores nacionales será un duro reto, no obstante ello considero que de ser adecuadamente atendido impulsará la creación de más y mejores servicios, influyendo en el intercambio turístico y comercial, que a la postre, no solo beneficiará de forma directa al mercado de transporte y servicios aéreos, si no que indirectamente beneficiará a diversos sectores productivos en nuestro país”.
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