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13/05/2025

Volver a empezar

Más difícil de lo pensado, más cuesta arriba de lo planeado, la industria aérea global empieza a llenarse de un pesimismo que no augura nada bueno para quienes creían que la pandemia era un asunto menor. Políticos, y no pocos operadores, pensaron que después del primer golpe en marzo y abril, era cuestión de esperar un poco a que las aguas se calmaran. Pero no ha sido así, los rebrotes y los pronósticos han hecho que los cielos permanezcan cerrados y las pérdidas de las aerolíneas se multipliquen. Ya ni los subsidios parecen ser suficientes.

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