Continúa la turbulencia, sea ligera, moderada, severa o extrema, pero al fin turbulencia en el sector del transporte aéreo.
Además de intensos procesos de recategorización e intentonas, no sustentadas, de trastocar principios rectores del más puro Derecho Aeronáutico Internacional como son los derechos de tráfico y las libertades aéreas, este año se caracterizó por los diversos movimientos que se dieron en las cabezas de la autoridad rectora y principales órganos de la aviación civil en México.
Abrimos el año con el nombramiento de Rogelio Jiménez Pons como el nuevo subsecretario de Transporte de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) y, al mismo tiempo, con el nombramiento Carlos Morán Moguel como nuevo director general del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM).
Meses después, en mayo del presente, vino el nombramiento de Ricardo Torres Muela como nuevo director general de Servicios a la Navegación en el Espacio Aéreo Mexicano (SENEAM). Siguió en julio el nombramiento del vicealmirante P.A. Carlos Ignacio Velázquez Tiscareño, como nuevo director general del AICM.
En octubre pasado se nombró al general Miguel Enrique Vallín Osuna, como nuevo director general de la Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC) y, finalmente en noviembre, se designó a Jorge Nuño como nuevo el titular de la SICT.
Como podemos ver, a lo largo del año se vivieron constantes cambios de los más altos responsables de las autoridades y entidades de la aviación en México, lo cual no necesariamente da un mensaje mitigante para nuestros vecinos del norte y refleja de alguna forma los tiempos turbulentos, críticos y llenos de retos que se están afrontando en el sector aéreo de nuestro país.
Esperemos que el próximo año venga con mayor estabilidad para el sector aéreo, que se les dé continuidad a los funcionarios ya designados, que estén demostrando efectividad, capacidad resolutiva y cambio de mentalidad, como la que los llevó a apersonarse a la FAA hace poco más de un mes y provocar entre otros acuerdos, la visita a México del director de dicha autoridad americana en enero próximo a fin de, si todo sale bien, fijar una fecha para la tan ansiada nueva auditoría que podría llevar a la recuperación de la categoría.
Imperativo será recuperar la famosa categoría, gestionar y solventar con la mayor eficiencia, inteligencia y visión el entramado del sistema aeroportuario metropolitano y diseñar un plan estratégico para la aviación civil en México, me parece podrían ser de los objetivos centrales para el próximo año.
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