En medio de una escalada en las tensiones entre las dos economías más grandes del mundo, el mayor fabricante de drones de consumo en el mundo de origen chino, DJI, está en riesgo de que se prohíba la venta de sus drones más populares (Mavic Pro, Mavic Pro Platinum, Mavic 2 Pro, Mavic 2 Zoom, Mavic Air y Spark) en su mayor mercado mundial, los Estados Unidos.
El juez principal de derecho administrativo de la ITC (US International Trade Commission por sus siglas en Inglés) dictaminó que DJI infringió la patente Nº 9, 260,184 propiedad de la compañía Autel Robotics USA (Autel). El juez también recomendó que se prohíba la importación y venta de los drones de la gama Mavic y Spark.
Si el fallo y la recomendación del juez son confirmados por la comisión completa del ITC, estos productos podrían retirarse del mercado estadounidense a partir de julio próximo. Autel también está presionando para que la prohibición de importación se extienda para otros drones de DJI, incluida la línea Phantom 4 e Inspire.
La presión sobre empresas chinas no es nueva. Recordemos que en julio del año pasado, el presidente Trump emitió una orden ejecutiva para prohibir cualquier tecnología electrónica o digital que el Secretario de Comercio de ese país considerara como una amenaza a la seguridad nacional, una medida presumiblemente dirigida a Huawei. También en 2017, el gobierno de los Estados Unidos afirmó que los drones comerciales de la compañía DJI y su software podrían estar enviando información sensible sobre infraestructura estadounidense al gobierno de China; como reacción, el Ejército de los Estados Unidos emitió una guía solicitando que sus agencias de gobierno dejaran de usar drones de la marca DJI debido a riesgos relacionados con la vulnerabilidad de la seguridad.
Por si no fuera poco, el Senado de Estados Unidos aprobó este miércoles por unanimidad un proyecto de ley que podría prohibir a compañías chinas como Alibaba Group o Baidu cotizar en las bolsas de valores de EU. Además de todo lo anterior, las mutuas acusaciones de culpa sobre la pandemia de coronavirus han reavivado las tensiones entre Estados y China, lo que amenaza con romper la ya frágil tregua de las dos economías más grandes del mundo.
“Claramente, el momento de una renovada tensión comercial no podría ser peor”, escribieron economistas de S&P Global Ratings en una nota de investigación a principios de este mes. “La amenaza de aranceles más altos y la intensificación de la guerra fría tecnológica podrían afectar el comercio y la inversión en tecnología, desactivando lo que aún promete ser un motor para la recuperación en 2020”.
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