Históricamente, una recesión en el sector de carga aérea presagia una caída en el de pasajeros, que hasta ahora no ha sucedido. De hecho, ocurre lo contrario, con una recuperación sostenida tras el COVID-19 en el segmento de pasajeros en la mayor parte del mundo, indicó el Centro para la Aviación (CAPA).
Sin embargo, las cifras de la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) para enero de 2023, apuntan a un punto débil continuo en el negocio de carga, con una demanda que continúa cayendo en la mayoría de las regiones y la capacidad también cayendo en la mitad de ellas.
“Ninguna región tiene nada que destacar, excepto quizás América Latina, donde tanto la demanda como la oferta han aumentado, pero eso equivale a poco en el esquema general de las cosas”, afirmó el organismo.
El problema subyacente a nivel mundial es la incertidumbre provocada por una amalgama de factores negativos que rara vez ocurren al mismo tiempo. “En consecuencia, hemos entrado en una era en la que pronosticar el futuro está sujeto a tantas variables que las conjeturas conllevan el mismo grado de credibilidad”.
Afortunadamente, la temida disminución en el crecimiento de pasajeros que generalmente sigue a uno en el segmento de carga aún no se ha materializado. Pero las estadísticas del comercio mundial, y las de capacidad y demanda de transporte de carga de las aerolíneas, no permiten realizar predicciones seguras para el futuro.
“Un informe de IATA sobre el desempeño de la carga aérea regional para enero de 2023 muestra una reducción en las toneladas de carga por kilómetro para todas las regiones excepto América Latina, que tiene una participación global minúscula”.
Al mismo tiempo, se está agregando capacidad en la mitad de las seis regiones del mundo a medida que se vuelven a poner en servicio aviones más grandes.
Este aumento de la bodega de pasajeros provocó un pequeño aumento en la capacidad de carga internacional del 1.4%, pero los cargueros dedicados aún no juegan un papel importante.
Una perspectiva positiva es un aumento en los nuevos pedidos de exportación globales.
Pero en contra de eso está el empeoramiento de las relaciones políticas entre las principales potencias, por la guerra en Ucrania y ahora, los crecientes temores de colapsos bancarios.
“No existe un precedente real de todo lo que está sucediendo en el mundo en este momento; el libro de reglas de la economía sigue siendo reescrito, y hemos entrado en una era en la que una conjetura es tan buena como un cálculo”.
CAPA explicó que la disminución global de la carga aérea podría ser nuevamente un presagio no deseado para la demanda de pasajeros, en su informe de junio de 2022 sugirió que una disminución en el volumen de carga aérea, que era evidente en ese momento a nivel mundial, ha presagiado una en el segmento de pasajeros en el pasado.
Afortunadamente, tal disminución de pasajeros aún no se ha manifestado, y la mayor parte del mundo todavía está envuelta en una recuperación prolongada de la pandemia de COVID-19 y de los problemas económicos iniciales provocados por la guerra en Ucrania.
Sin embargo, en lo que respecta a la carga aérea su desempeño no es nada alentador, pues disminuye a medida que persisten los vientos económicos en contra.
Por ejemplo, el informe de la IATA no tiene en cuenta las crecientes tensiones entre EU y China, que han empeorado desde enero de 2023 y podrían tener un impacto en el comercio mundial; ni el potencial de otra crisis financiera, que se presentó en la primera mitad de marzo de 2023, con varias quiebras bancarias reales o proyectadas.
Mientras que el comercio mundial de bienes (el envío real de bienes) disminuyó un 3.0% en diciembre de 2022; esta fue la segunda caída mensual consecutiva.
La inflación en los precios al productor (insumos) se redujo en 2.2 puntos porcentuales, a 9.6%, en diciembre de 2022, pero ahora está volviendo a subir en algunos países incluyendo a EU. Irlanda registró un aumento anual inesperado del 7.8 % a 8.5% entre enero y febrero de 2023; y Argentina con una inflación anual 102% en febrero, que es la peor en 30 años.
Mirando con más detalle las regiones individuales, en Asia Pacífico los volúmenes de carga disminuyeron un 19% en enero de 2023 respecto al mismo periodo del año pasado. Mientras que las aerolíneas europeas registraron el desempeño más débil de todas las regiones, con una disminución del 20.4% en los volúmenes de carga en enero de 2023.
Aún más preocupante es una disminución de la capacidad del volumen de carga del -8.7% en América del Norte en enero pasado, en comparación con el mismo mes de 2022, ya que había esperanzas de que la desaceleración económica estuviera mostrando signos de disminución.
Respecto a América Latina sigue teniendo el mejor desempeño: la capacidad aumentó en 1/3, pero la participación global de la región es pequeña, de sólo el 3% de la producción mundial de carga aérea.
Las aerolíneas latinoamericanas informaron un aumento del 4.6% en los volúmenes de carga en enero de 2023 en comparación con enero de 2022. Este fue el desempeño más sólido de todas las regiones y una mejora significativa en el desempeño en comparación con diciembre de 2022, en el que no hubo crecimiento.
La capacidad en enero de 2023 aumentó un impresionante 34.4% en comparación con el mismo mes de 2022.
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