En una audiencia celebrada el pasado miércoles en el Subcomité Permanente de Investigaciones del Senado de Estados Unidos, senadores y ejecutivos de cinco de las principales aerolíneas debatieron sobre las tarifas adicionales que se cobran a los pasajeros por equipaje y selección de asientos.
Los legisladores calificaron estas tarifas como una forma de extorsión, mientras que los representantes de las aerolíneas defendieron su implementación argumentando que ofrecen opciones a los consumidores.
El senador Richard Blumenthal, demócrata de Connecticut y presidente del subcomité, criticó el impacto financiero de estas tarifas en los viajeros.
“Los pasajeros ahora se ven obligados a pagar más por casi todo”, afirmó Blumenthal. Añadió que los clientes sienten que estas tarifas son un abuso y que no reflejan los costos reales de las aerolíneas.
El subcomité publicó un informe el mes pasado señalando que estas prácticas incrementan los costos para los pasajeros y los dejan sin alternativas viables.
Por su parte, los ejecutivos de las aerolíneas argumentaron que estas tarifas permiten a los consumidores pagar solo por los servicios que necesitan.
“Nuestros clientes que priorizan la asequibilidad tienen la opción de elegir un producto de tarifa más baja y, al hacerlo, optar por no pagar por servicios adicionales que no necesitan ni desean”, explicó Andrew Nocella, director comercial de United Airlines.
A su vez, Bobby Schroeter, director comercial de Frontier Airlines, señaló que más del 70% de los clientes de su aerolínea no registran equipaje, lo que refuerza su enfoque en ofrecer estas alternativas personalizadas.
El debate se produce en un contexto en el que las aerolíneas enfrentan múltiples desafíos. Spirit Airlines solicitó protección por bancarrota recientemente, mientras que Delta Air Lines sufrió críticas por interrupciones relacionadas con problemas de software en julio.
Además, el Departamento de Transporte impuso a American Airlines una multa de 50 millones de dólares en octubre por el trato a pasajeros que usan sillas de ruedas. Estas situaciones generaron un escrutinio público sobre las políticas y prácticas de las compañías.A pesar de las controversias, el número de pasajeros continúa en aumento.
La Administración de Seguridad del Transporte informó que el 1 de diciembre, se registró un récord de casi 3.1 millones de pasajeros en puntos de control de la TSA. Este crecimiento refuerza la necesidad de abordar las preocupaciones de los consumidores mientras se equilibran los modelos de negocio de las aerolíneas.
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