Desde el lanzamiento de la misión Artemis 1 de la NASA el año pasado, se ha rejuvenecido el interés público por los viajes espaciales y, en particular, por los viajes a la Luna. A principios de 2023, la industria espacial del Reino Unido espera con ansias el primer lanzamiento de un cohete vertical, que tendrá lugar en Escocia a finales de este año, informaron Michael Jaeger y Peter Heins asociados de la firma europea de propiedad intelectual Withers & Rogers.
A diferencia de las misiones Apolo de las décadas de 1960 y 1970, ya no se trata solo de llevar a los astronautas a la Luna y regresar. Las últimas misiones tienen como objetivo averiguar si es posible mantener la vida humana en el espacio por un período de tiempo indefinido.
Se espera que los experimentos científicos llevados a cabo durante estas misiones modernas algún día permitan a las personas establecer un campamento y vivir en Marte, un planeta que durante mucho tiempo ha sido de interés para los astrobiólogos debido a su proximidad y similitudes con la Tierra.
Adicionalmente, en 2020, Airbus Defence & Space reveló un avance potencial en la exploración espacial: convertir el regolito lunar en oxígeno.
Además de allanar el camino para los viajes espaciales y poner en órbita pequeños satélites, la industria espacial ahora está desarrollando tecnologías para facilitar la extracción de minerales de tierras raras de la superficie de la Luna.
Se sabe que el regolito encontrado en la superficie de la Luna contiene depósitos de minerales de tierras raras, incluidos neodimio, titanio, berilio, litio, circonio, niobio y tantalio, que podrían extraerse para su uso en la producción de baterías para vehículos eléctricos y energía solar.
También se prevé que algún día la Luna pueda usarse como plataforma de lanzamiento para misiones a Marte y más allá, además de proporcionar un banco de pruebas para las tecnologías que podrían ser necesarias para sustentar la vida humana en Marte.
Sin embargo, hay muchos problemas que superar, ya que el espacio no es un lugar hospitalario para que vivan los humanos por una variedad de razones.
La radiación espacial es una barrera importante cuando se trata de encontrar formas para que los humanos vivan en la Luna, ya que no hay atmósfera ni campo magnético para proteger a los astronautas de estos efectos nocivos.
Por lo tanto, las bases lunares deberían protegerse de otras maneras, por ejemplo, envolviéndolas en agua o suelo lunar. Una solución propuesta es que los humanos vivan en la red de tubos de lava lunares que existen justo debajo de la superficie de la Luna. Con hasta 40 metros de diámetro, estos 'tubos' son un fenómeno natural, formado como resultado de erupciones de lava basáltica.
La baja gravedad es otra barrera para el asentamiento humano en la Luna, ya que la exposición a largo plazo a un entorno de micro-g o cero-g puede tener efectos perjudiciales en el cuerpo humano. Otras barreras clave a superar incluyen encontrar una fuente de aire respirable y suministros de agua potable, y cómo cultivar alimentos.
Empresas espaciales innovadoras de todo el mundo están experimentando para encontrar tecnologías que permitan a los seres humanos vivir en la Luna y, potencialmente, también en Marte.
La Aerospace Corporation obtuvo recientemente una patente concedida para un método de construcción de un hábitat lunar inflable liviano, que se puede volver rígido mediante el uso de una combinación de suelo lunar, rocas lunares y un aglutinante.
Un consorcio liderado por la NASA obtuvo una patente estadounidense que cubre un método de fabricación de un nuevo material resistente a los impactos para proteger a los astronautas y las naves espaciales de los micrometeoritos.
Una empresa emergente israelí, Helios, está desarrollando un reactor de regolito fundido patentado capaz de separar los óxidos que se encuentran en el suelo lunar en oxígeno, que se puede almacenar en tanques de alta presión, proporcionando combustible para futuras misiones, y potencialmente para respirar también. Esta solución podría evitar el gasto significativo de transportar oxígeno desde la Tierra.
En el Reino Unido, Earth Rover está desarrollando técnicas que usan monitoreo satelital y está probando el uso de robots para monitorear el crecimiento de cultivos alimentarios, como el brócoli y otras verduras orgánicas.
Con el apoyo del Consejo de Instalaciones de Ciencia y Tecnología (STFC), el equipo de Earth Rover ha estado compartiendo información con el grupo de sistemas autónomos de RAL Space UK, que anteriormente participó en pruebas de campo de la tecnología Mars rover.
Mientras que con el proyecto Moonlight de la ESA tiene como objetivo desarrollar una red de comunicaciones y navegación para la Luna. (ESA)
Desde las primeras misiones al espacio exterior, los astronautas han confiado en los sistemas de comunicaciones Tierra-Luna-Tierra (EME) para intercambiar mensajes con los equipos de control de misiones terrestres.
Hoy en día, los enlaces de comunicaciones con la Estación Espacial Internacional (ISS) son fiables y de excelente calidad, con una latencia de telemetría de tan solo 2-6 segundos, dependiendo de su posición con respecto a la Tierra.
En marzo de 2023, la NASA reveló el nuevo traje espacial que se utilizará en la Luna, desarrollado por Axiom Space (Espacio Axioma).
Las empresas espaciales innovadoras estarán familiarizadas con los beneficios de los derechos de propiedad intelectual y la importancia de presentar solicitudes de patentes para evitar el riesgo asociado con la divulgación temprana. Sin embargo, algunos problemas potenciales son menos conocidos y podrían sorprender a los innovadores.
De acuerdo con el Artículo VIII del Tratado del Espacio Exterior, un estado conserva la jurisdicción y el control sobre los objetos enviados al espacio exterior desde su territorio, incluidos los objetos que existen en un cuerpo celeste, como la Luna.
Por lo tanto, es posible que las empresas hagan valer sus derechos de propiedad intelectual en el espacio siempre que tengan una patente que cubra la jurisdicción de lanzamiento.
Curiosamente, Estados Unidos ha ido un paso más allá al modificar su ley de patentes para establecer que cualquier invención fabricada, utilizada o vendida en el espacio exterior a bordo de una nave espacial controlada por EU se considera fabricada, utilizada o vendida en territorio estadounidense. Alemania tiene disposiciones similares.
Para protegerse contra posibles acciones de infracción, es importante que los innovadores en tecnología espacial respeten los derechos de propiedad intelectual terrenales donde se encuentran. En general, también se recomienda una protección general para optimizar el potencial comercial de una innovación tanto en el espacio como en aplicaciones más amplias en la Tierra.
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