Para Airbus, Safran y Thales, la reducción de emisiones de carbono es uno de los principales objetivos que la aviación debe conseguir en el futuro cercano, y si bien las tres empresas llevan a cabo esfuerzos para alcanzar la misma meta, cada una de ellas lo hace con diferentes enfoques.
Ricardo Capilla, head country de Airbus en México, explicó que en la actualidad la aviación a nivel mundial es responsable de entre el 2 y el 3% de las emisiones de CO2, sin embargo, el desarrollo de nuevas tecnologías ha permitido que los niveles de emisiones sean 80% menores en comparación con los primeros aviones que se construyeron en la historia.
En el caso de Airbus, su búsqueda por aminorar el impacto ambiental le ha llevado a desarrollar conceptos de aeronaves propulsadas por hidrógeno que serían capaces de transportar hasta 200 pasajeros en trayectos de entre mil a dos mil millas náuticas que podrían entrar en servicio en 2035, explicó.
“Es algo que estamos abordando como parte de los compromisos que hicimos con la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP21) y del Acuerdo de París. Airbus está muy comprometido, así como sus estados miembros en Europa”, dijo el directivo.
Asimismo, dijo que el desarrollo de propulsión con hidrógeno y la electrificación de las aeronaves es una tarea que debe realizarse junto con otras industrias, además de que los esfuerzos para mitigar los contaminantes deben aplicarse a todos los rubros de la aviación, como a las operaciones en tierra, manufactura de aeronaves y en aeropuertos.
Por su parte, Jean-Pierre Nougier, country director de Thales en México, explicó que, para lograr una aviación más ecológica, su empresa está concentrada en lograr un avión más compacto, enfocado a la tripulación, personalizable y mejor conectado.
Al reducir el espacio de la aviónica se tendrían ahorros en peso y en consumo de energía, además de un manejo más eficiente del mantenimiento e inventarios. Además, se busca facilitar las tareas de las tripulaciones, con el objetivo de ayudarles a tomar las mejores decisiones durante los momentos estresantes de un vuelo, tales como las fases de despegue y aterrizaje o durante turbulencias.
Además de eso, el avión del futuro de Thales, debe ser personalizable, por lo que busca ofrecer a sus clientes una variedad de opciones de aviónica modular que se ajuste a las necesidades de cada operador. Y por último, quiere dotar a los aviones de una mejor conectividad entre el vehículo y las estaciones en tierra, optimizando el flujo de información tanto para los pilotos como para los pasajeros.
“A través de estos 4 pilares pretendemos lograr un avión más ecológico y ayudar a la industria en estos momentos difíciles, ya sea a través de fomentar reducción de costos o de generar fuentes de ingresos adicionales”, dijo Nougier.
Para Safran, una de las prioridades es el progreso en el desarrollo de sistemas de propulsión eléctricos o híbridos, además de la investigación de nuevos materiales que permitan fabricar aeronaves más ligeras, lo que llevará a una reducción en las emisiones de carbono, expuso Olivier Piepsz, vicepresidente senior de las Américas.
Una forma de lograr avances en la descarbonización de la aviación podría estar en el procesamiento masivo de datos, llamado big knowledge, que ayude a optimizar los procesos sin la necesidad de pausar las cadenas de producción.
“Si queremos estar en esta cadena de suministro mundial, debemos adaptarnos a estas tecnologías. El interés principal es cómo seguir siendo competitivos, cómo mantener estas posiciones dentro de cinco o 10 años, está claro que si no utilizamos el big knowledge va a ser difícil”, señaló.
Facebook comments