Este 20 de enero de 2025, Donald Trump se convertirá nuevamente en presidente de Estados Unidos, marcando un hito histórico al ser el primer mandatario desde Grover Cleveland en 1893 en retornar a la Casa Blanca para un mandato no consecutivo. La ceremonia de investidura, que incluirá cuatro días de festividades, comenzará con una recepción especial en el Trump National Golf Club de Virginia.
Ante el regreso de Trump como mandatario, es necesario hacer un análisis previo del Impacto de la “Era Trump” en la Aviación Estadounidense de 2017 a 2021.
La presidencia de Donald Trump marcó un período de cambios significativos y controversias en la política aérea estadounidense, caracterizado por medidas proteccionistas y desregulación que generaron tanto oportunidades como desafíos para el sector.
Recordemos que, un momento crítico ocurrió al inicio de su mandato cuando, por un “decreto anti-regulatorio” paralizó durante tres semanas la emisión de directivas de seguridad aérea de la Administración Federal de Aviación (FAA). Este período, del 18 de enero al 7 de febrero de 2017, generó preocupación en el sector por los riesgos potenciales en la seguridad operacional.
El decreto presidencial estableció que, “por cada nueva regulación, debían eliminarse dos existentes, lo que puso en una posición delicada a la FAA para cumplir su función de salvaguarda de la aviación civil”. Esta medida afectó la publicación de directivas de aeronavegabilidad, fundamentales para garantizar la seguridad de las aeronaves comerciales.
No obstante, lo anterior, durante su primer mandato presidencial, Donald Trump implementó cambios significativos en la política aérea estadounidense, marcados por un enfoque "America First" que influyó directamente en el sector aeronáutico.
Recordemos algunas de las políticas que fueron puestas en marcha, donde podemos señalar entre otras:
- Regulaciones
- Desregulación de varios aspectos de la aviación comercial
- Flexibilidad de normas medioambientales
- Respuesta al COVID-19
- Implementaciones del “CARES Act” o Acta de Apoyo, ayuda, y seguridad económica contra el Coronavirus, donde se brindó apoyo de hasta cincuenta mil millones de dólares a las aerolíneas comerciales para que pudieran sobrevivir durante la pandemia.
- Se implementaron restricciones de viajes internacionales
- Protección a la industria aérea estadounidense
- Tuvo una especial conexión con el fabricante BOEING, situación que se hizo notoria, derivado del accidente del Boeing 737 Max 8 ocurrido el 10 de marzo de 2019, con un avión de Ethiopian Airlines donde fallecieron 157 personas, dejando un precedente en la historia de la FAA, ya que fue la primera vez que esta agencia no lideró las acciones regulatorias globales, sino que esta última siguió a otros reguladores internacionales en la suspensión del modelo tras sus fatales accidentes, y se cuestionó mucho sobre el actuar de la FAA, derivado de la posible influencia y estrecha relación que existía entre el entonces CEO de Boeing, Dennis Muilenberg y el en ese entonces Presidente Donald Trump.
- Seguridad Nacional
- Se implemento el “sistema biométrico de entrada y salida” por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza, en diversos aeropuertos, un sistema de vigilancia avanzado, a través de cámaras de reconocimiento facial, que por instrucciones del gobierno federal debían ser identificados todos los pasajeros, nacionales e internacionales
Ahora, ¿Cuáles son las “perspectivas” de la aviación civil ante el segundo mandato de Donald Trump?
El retorno de Trump a la presidencia genera tanto expectativas como preocupaciones en el sector aeronáutico, el cual se prepara ante una nueva era de cambios significativos y posibles desafíos
La ceremonia de investidura, marca el inicio de lo que los podemos anticipar será un período de transformaciones importantes para el sector aeronáutico. Las señales enviadas durante la campaña electoral y las primeras declaraciones del equipo de transición sugieren “una profundización de las políticas proteccionistas que caracterizaron su primer mandato”.
Entre las medidas más preocupantes para la industria destaca la posible imposición de “aranceles del 25% a las importaciones”, una medida que podría encarecer significativamente los costos de mantenimiento y operación de las aerolíneas, así como el impacto que va a generar en la cadena de suministro podría ser importante.
Las relaciones internacionales también se perfilan como un punto crítico. La administración entrante ha señalado su intención de renegociar “diversos acuerdos bilaterales”, no descartemos entre ellos los acuerdos aéreos, lo que podría afectar especialmente a las rutas entre Estados Unidos y México.
La industria también deberá estar atenta a los cambios en materia regulatoria. Como ya mencionamos anteriormente, durante su primer mandato, Trump implementó una política de desregulación significativa, incluyendo una controversial pausa en la emisión de directivas de seguridad aérea. Ahora, con su retorno al poder, se espera un renovado énfasis en la seguridad nacional que podría traducirse en nuevos protocolos de inspección y requisitos operativos.
A pesar de los desafíos, algunos sectores ven oportunidades en el nuevo panorama político. La promesa de inversión en infraestructura nacional y modernización tecnológica podría beneficiar a los aeropuertos y proveedores de servicios estadounidenses. Sin embargo, esto viene acompañado de riesgos significativos, especialmente para las operaciones internacionales.
El impacto en las aerolíneas latinoamericanas podría ser particularmente severo. Las posibles restricciones en rutas transfronterizas y los cambios en los acuerdos de cielos abiertos podrían afectar significativamente la rentabilidad de estas operaciones.
El segundo mandato de Trump promete ser un período de cambios significativos para la aviación civil. La industria deberá ser resiliente y estar preparada para los cambios.
Estaremos atentos a lo que viene en este segundo mandato de Donald Trump, en temas de política aeronáutica y espacial.
¡Hasta el próximo vuelo!
Era Calderón.
“Los artículos firmados son responsabilidad exclusiva de sus autores y pueden o no reflejar el criterio de A21”
Facebook comments