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23/11/2024

No va Texcoco: ¿fin de la historia?

Rodrigo Soto-Morales / Lunes, 29 Octubre 2018 - 13:15

Twitter: @rsotomorales

Salvo lo que haya añadido el presidente electo en su conferencia de prensa de hoy a las 10:00 horas, todo indica que la decisión que tomará, una vez en funciones, será cancelar el proyecto de construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de la CIudad de México (NAICM) en Texcoco. Y también que Santa Lucía se unirá a las infraestructuras ya existentes para desahogar la demanda de conectividad en aviación civil del país. Esto traerá consigo no solamente las ya anunciadas consecuencias jurídicas y por tanto económicas de la cancelación de la mega obra sino que, desde el punto de vista de la gobernabilidad, se deberá de expedir de forma obligada e inminente una nueva política pública aeronáutica nacional.

Entre otras implicaciones, deberá reconfigurarse el espacio aéreo mexicano e invertirse sumas millonarias en infraestructura de movilidad colectiva que traslade de manera eficiente, segura, cómoda y rápida a los miles de pasajeros entre los aeropuertos que se pretendan integrarán al sistema aeroportuario del Valle de México: trenes de alta velocidad, viaductos y carreteras amplias, seguras y en óptimo estado funcional, vaya, carreteras antibloqueos y antimanifestaciones, serían las soluciones ideales.

Asimismo, se deberá otorgar a la Secretaría de la Defensa Nacional (y en particular a la Fuerza Aérea Mexicana) una mejor y más conveniente infraestructura, que mejore y optimice las operaciones que tenían lugar en la base aérea, y que no afecte la logística en caso de atención de desastres, emergencias y asuntos de Seguridad Nacional.

No obstante, al fondo yace la noción de que las políticas públicas no pueden diseñarse con base en consultas populares, propaganda, encuestas o estudios de mercado. En palabras de Julio Franco Corzo: “Las políticas públicas son acciones de gobierno con objetivos de interés público, que surgen de decisiones sustentadas en un proceso de diagnóstico y análisis de factibilidad”. (Cf. “Diseño de políticas Públicas, IEXE Editorial, México, 2014).

Las acciones de política pública tienen dos características fundamentales:

  1. Buscar objetivos de interés o beneficio público; y
  2. Ser resultado de un proceso de investigación que implica el uso de un método para asegurar que la decisión tomada es la mejor alternativa posible para resolver un determinado problema público.

Es decir, justo lo que se hizo con el proyecto del NAICM en Texcoco. Entonces, eso es lo que se tendría que empezar a hacer de manera seria, técnica y costosa, de cara a desarrollar el aeropuerto de Santa Lucía junto con el proyecto de integración de un sistema  aeroportuario para el Valle de México.

Ahora bien, para el diseño, construcción, administración y desarrollo de un nuevo proyecto de aeropuerto, hace falta por lo menos empezar por tomar en cuenta los siguientes aspectos:

gráfico

Y como decía, por lo menos.

Así, el estudio de factibilidad de un sistema aeroportuario debe guiarse para resolver factores y variables que, entre otros, deben de analizar la volatilidad de tráfico aéreo de los aeropuertos secundarios, así como proyectar una perspectiva general del desarrollo de la industria de las empresas privadas de transporte, lo que implica –ahora sí– escuchar a las cámaras y organismos nacionales e internacionales, a los que no se escuchó en la polémica consulta para tomar la decisión de si cerrar el proyecto de Texcoco o no.

También, se deben hacer pronósticos de las dinámicas de los mercados, la concentración de rutas por parte de las aerolíneas, financiamiento y manejo de deuda, proyección de desarrollo incrementales, análisis de riesgos, etcétera. Nada que una consulta popular pueda resolver. Por ello es importante insistir en que la decisión nunca será del pueblo, sino del Gobierno en funciones.

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