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23/11/2024

Sistema aeroportuario para el valle de México

Rodrigo Soto-Morales / Lunes, 22 Octubre 2018 - 11:16

Twitter: @rsotomorales

Es importante prever el desarrollo del transporte aéreo con visión a 30 o 50 años. Y aunque la población decline, las proyecciones del crecimiento de transporte aéreo continúan. Las nuevas formas de energía, la mejora de combustibles, la apuesta por la movilidad, los RPAS o UAS (aeronaves no tripuladas), el mejoramiento en eficiencia y seguridad de los nuevos modelos de aeronaves que para entonces estarán en el mercado, son factores que permiten concluir de forma razonable que hará falta infraestructura no sólo para transporte de pasajeros, sino también de carga y otros tipos de servicios que podrían prestarse en aviación en general.

Quienes defienden la propuesta del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM) comúnmente utilizan el siguiente argumento: "lo ideal es tener un solo aeropuerto donde se puedan hacer todas las conexiones". Ok, pero lo que aparentemente se lograría con esta obra, dentro de 50 años ya no será suficiente. Aun con NAICM en Texcoco, hace falta un sistema aeroportuario metropolitano para el Valle de México, donde sin duda aprovechar Toluca sería el quicio para su funcionalidad como sistema.

Toluca ya es opción para la aviación general y la aviación comercial regular. Asimismo se ha convertido en la base de la aviación ejecutiva de nuestro país, donde ya operan con beneficios varias empresas de aviación ejecutiva y aerotaxis. Este sector debe tomarse en cuenta para la política aeronáutica nacional y poder implementar estímulos de tipo fiscal y preferencial, para su desarrollo.

El reto: movilidad colectiva

Esta idea no es para nada descabellada. De hecho ya se cuenta con los aeródromos. El reto está en la infraestructura de movilidad, y en concreto de transporte colectivo: trenes interurbanos –la apuesta más eficiente, rápida y segura–, carreteras, etcétera.

La distancia promedio de los aeropuertos de éxito a las afueras de grandes ciudades del mundo tienen un promedio de 30 kilómetros de distancia de la terminal al centro de la ciudad a la que sirven, y sin tener en cuenta el tema de las montañas (lo que ahorra el costo de la construcción de túneles). Esto es, la mitad de la distancia que separa al AIT del Zócalo de la CDMX.

Por ello es crucial contar lo antes posible con el tren interurbano Toluca-CDMX, y que tenga la posibilidad de transbordar para tomar una línea directa de la estación Lerma al Aeropuerto de Toluca.

Si el tren resulta seguro, rápido y barato, no habrá inconveniente en utilizarlo para llegar a la terminal. Con vagones apropiados y exclusivos para quienes van a la terminal aérea se puede mejorar mucho la experiencia de viaje. Desde el acomodo de equipaje y su procedimiento de carga y descarga. Como sucede a veces con el Metrobús en la CDMX, hay rutas que sólo van y vuelven a la terminal de modo directo.

Costos

Si las aerolíneas mexicanas que realizan aviación comercial regular se quejan que operar en Toluca duplica costos, una oportunidad puede ser que Toluca se convierta en una de las puertas a Asia. Dada la saturación del AICM y el interés de algunos operadores de Asia como ANA, Japan Airlines, Korean Air, China Southern Airlines, Hong Kong Airlines Hainan Airlines, Garuda Indonesia, Qatar y Emirates, y con el caso de que algunos de los países a los que pertenecen ya tiene convenios bilaterales con México, incluso, en el caso de que con algunos de ellos se contemple la quinta libertad del aire, se puede especificar a Toluca como el destino natural.

La idea es simple: si se trata de un viaje largo y puede lograrse sin escalas, al pasajero no le resultará extraño abordar en Toluca en vez de en AICM. Rutas nuevas que se autoricen y que impliquen más de 3 hrs. de vuelo, pueden reorientarse para salir desde Toluca.

Lo mismo puede analizarse para destinos cuyas escalas no requieran desembarco. Deberá hacerse un buen estudio de Revenue Management (manejo de costos) a efecto de que los servicios aeroportuarios y complementarios que se ofrezcan en Toluca no sean sólo competitivos sino más baratos que en AICM.

Es cuestión de que la estrategia y el plan sea de tipo circunspectivo, es decir, de visión integral, y ver si las desventajas existentes pueden superarse con inversión y apuesta por parte de los operadores. Si las aerolíneas apuesta solamente a disminuir costos y maximizar ganancias, Toluca está condenada al fracaso. Pero si se apuesta a una política aeronáutica nacional, que persiga conectividad y competencia, siempre será opción.

Ojalá todo el debate generado por el el equipo de transición del gobierno entrante el próximo diciembre, su persistencia y parcialidad continúe también en el mismo tono y medida para renovar, actualizar y mejorar la política aeronáutica nacional. Triste sería que como dice el dicho: “después de mucho ruido, pocas nueces".

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