En la posibilidad de aceptar Cabotaje hay mitos, riesgos y soluciones. Pero para abordar el asunto seriamente, conviene hacer algunas reflexiones. Preguntarnos, por ejemplo, por qué ningún país adopta el Cabotaje y los que en el pasado lo aceptaron hoy no lo quieren más; por qué la misma Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) le pone candados y cómo es que un instrumento que le parece tan bueno a los entusiastas de la apertura, no ha mostrado sus bondades en ninguna parte del planeta.
En primer lugar, habría que comentar que hay muchos mitos respecto a la propuesta. Muchos piensan que si hubiese Cabotaje (unilateral, dice el gobierno; abierto, advierte OACI) aerolíneas como Lufthansa, Air France, United, American Airlines, LATAM -por citar a las más prestigiadas- se apresurarían a operar en México. ¡Falso! En cambio, sí es muy posible que tengamos aquí a depredadoras que gozan de subsidios en sus países y sólo harían dumping para quedarse con el mercado y poder llegar a Estados Unidos (el verdadero objetivo) o empresitas creadas al vapor, como Global Air de infausta memoria para Cuba o Chile, debido a sus malas prácticas, sin protocolos, con salarios de hambre y que no garantizan la seguridad.
Otro mito es que bajarán los precios de los boletos. También es falso. Los precios se basan en varios componentes, pero uno muy importante es el tamaño del mercado, entre más pasajeros, el precio es más bajo. Esto lo demuestran los análisis que frecuentemente hace el Departamento de Transporte de Estados Unidos al comparar las rutas, los operadores, el número de pasajeros y las tarifas.
Uno más es que habrá mejor conectividad en el país y que los entrantes irán a los aeropuertos que requieren ser estimulados. También es falso: las aerolíneas buscan las rutas más rentables. México tiene alrededor de 12 rutas muy rentables y el resto van equilibrando la ecuación. Conectan al país porque son mexicanas y porque van abriendo mercados de la mano de los interesados en impulsarlas, como pueden ser gobiernos locales y hoteleros.
¿Qué riesgos habría en permitir el Cabotaje? El primero sería que la seguridad de los cielos mexicanos se viera comprometida por malas prácticas, pues en la prisa por tener nuevos jugadores habría poca supervisión. El segundo es que por querer doblar a las empresas para que “apoyen” el deseo de llenar de vuelos el AIFA, terminen quebrándolas.
Otro peligro es que una de las megatransportadoras se apodere del mercado mexicano y cuando las circunstancias no le sean propicias abandonen el país. Recordemos cuántas empresas simplemente se han ido en momentos difíciles. Además, no hay que olvidar que los costos son en dólares y su ganancia sería en pesos. Al final, lo peor es que no se logre la conectividad deseada sino lo contrario y sin aviación nacional.
¿Cuál sería la solución? Sin duda, una política de estado que defina qué requiere el mercado aéreo nacional y, con el consenso de los trabajadores y la industria, se construya para el largo plazo. Sería más fácil y menos costoso para todos.
Lo oí en 123.45: Además, se debe investigar y hacer justicia en el caso de Mexicana de Aviación: anular las irregularidades, castigar a los responsables y resarcirle a los trabajadores su patrimonio. E-mail: raviles0829@gmail.com
“Los artículos firmados son responsabilidad exclusiva de sus autores y pueden o no reflejar el criterio de A21”
Facebook comments