Hace menos de un mes que la nueva directiva de Medicina Preventiva del Transporte reestableció el programa de “médicos terceros autorizados” por la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) para la aplicación de exámenes psicofísicos al personal técnico aeronáutico (PTA).
Esto es un permiso que extiende la propia Secretaría a médicos externos para evaluar la salud física y psicológica de las personas dedicadas al transporte aéreo, un programa que ha sido muy controvertido desde que fue creado por el entonces titular de la dependencia, Valente Aguilar Zinzer, quien pensaba, -y sin más lo declaraba-, que “la medicina de aviación en México no existe”.
Esa falta de conocimiento, hizo que este programa perdiera credibilidad y algunos sugirieran que era sólo “un gran negocio para aquellos cercanos a Zinzer y sus funcionarios”, quienes expedían a discreción los permisos para operar una unidad de tercero autorizado.
Lo cierto es que la Medicina de Aviación es una especialidad con un enorme prestigio a nivel mundial. En México, fue creada por especialistas de la talla de Don Luis Amezcua, médico y un gran profesional que conocía al detalle la profesión de los pilotos aviadores.
Sin embargo, desde 1988 el Centro Nacional de Medicina de Aviación (CENMA), aquel enclave que reunió y formó a los mejores profesionales en medicina aeroespacial y aeronáutica, fue absorbido por la que hoy se conoce como Dirección General de Protección y Medicina Preventiva en el Transporte (DGPMPT). A partir de ahí, la especialidad –y con ella, nuestro país– perdió calidad y autoridad.
El ex titular de esa dependencia, Ricardo Neri Vela, hizo un intento por reivindicar el programa; sin embargo, terminó cerrándolo luego de asegurar que existían evidencias múltiples de malas prácticas, además de decir que se había descubierto una red de corrupción que abarcaba amplias áreas del sector.
El grave problema se agudizó aún más con la pandemia, ya que las diversas unidades que convergen en el área de otorgamiento y refrendo de licencias, entre las cuales se encuentra Medicina, fueron limitadas al máximo. De por sí, las Unidades Médicas de la SCT no eran suficientes para atender la aplicación de los exámenes médicos que el PTA requiere para obtener sus licencias de vuelo.
Hoy, que hay otro nuevo titular, no quedó de otra más que reabrir el programa, pero como se hizo de prisa, existen muchas inconformidades porque los exámenes para los médicos que se habilitarán como terceros autorizados tienen de todo, menos de aviación, en sus exámenes para darlos de alta. Es más, ni siquiera se hay temáticas cercanas al transporte, por lo que las inconformidades crecen incluso en el sector de autotransportes.
Lo que ocurre en Medicina de Aviación ya ha pasado en otras áreas de la industria, lo grave es que las consecuencias pueden ser muy duras. La pregunta es cuánto tiempo aguantará Medicina de Aviación en esta situación.
Por lo pronto, ASPA y el Colegio de Pilotos han ofrecido su ayuda. Hay muchos profesionales de la Medicina de Aviación que pueden ayudar. Es importante.
Lo oí en 123.45: Además, se debe investigar y hacer justicia en el caso de Mexicana de Aviación: anular las irregularidades, castigar a los responsables, resarcirle a los trabajadores su patrimonio y dejar de culparlos por el quebranto.
E mail: raviles0829@gmail.com
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