Ayer celebramos en México el Día de la Aviación. En realidad, México puede celebrar muchos de estos días por diversos motivos: el primer jefe de Estado que voló en una aeronave fue Francisco I. Madero, todavía presidente electo. Aquí inició el correo aéreo y el primer bombardeo aéreo sobre una fuerza naval ocurrió en Guaymas, Son.
Es más, según historiadores de aviación, como el Ingeniero José Villela Gómez, la aviación mexicana no nació en los llanos de Balbuena con el avión de Braniff en 1910, sino en los llanos de Pachuca en el monomotor que Juan Guillermo Villasana construyó e hizo volar en 1908. Para demostrarlo, Villela mostraba una vieja fotografía y documentos del propio Villasana.
Como quiera que sea, México es uno de los países pioneros en esta industria y si no llegamos más lejos durante el siglo XX, fue por una deliberada no-política industrial que, según algunos, se derivó de los ocultos Tratados de Bucareli firmados por Alvaro Obregón en 1923, que explícitamente obligaron al país a no incursionar en industrias de alto valor y estratégicas, como lo es la aeronáutica.
Hoy, sin embargo, podemos presumir logros en el transporte aéreo como tenía mucho que no alcanzábamos. Se prevé que para fines del 2017 cerremos el año con 90 millones de pasajeros, en mucho gracias al incremento en el número de asientos y rutas.
Para el turismo hay excelentes noticias. El año pasado tuvimos 17 millones de visitantes por vía aérea, que representan el 48 por ciento del total de turistas. Y ellos aportaron el 80.2 por ciento de las divisas del turismo internacional, según cifras de la Sectur.
Y en lo que va de este año, la llegada de turismo aéreo internacional sigue creciendo, pues entre enero y julio llegaron más de 26.8 millones de pasajeros internacionales por este medio. Un dato interesante es que los visitantes del exterior ya representan más del 50 por ciento del total de usuarios del transporte aéreo en territorio nacional.
En los últimos cinco años el flujo de turistas vía aérea ha registrado un crecimiento del 7.2 por ciento promedio anual, especialmente a cinco destinos: Cancún, Ciudad de México, Guadalajara, Los Cabos y Vallarta, los cuales concentran el 90 por ciento del turismo internacional que llega al país. Todos estos viajeros nos dejan una derrama económica superior a los 15 mil millones de dólares y este indicador va a la alza.
Respecto a la aviación doméstica, el crecimiento ha sido aún más pronunciado. Estamos hablando de que en los recientes cinco años, la tasa de crecimiento fue de 9.8 promedio anual. Canaero lo atribuye a tarifas más económicas y a mayor número de rutas. Nuestro sector aporta 2.9 por ciento del PIB y según los industriales del transporte aéreo genera más de un millón de empleos directos e indirectos.
En la ceremonia de celebración del Día de la Aviación, el Colegio de Ingenieros Mexicanos en Aeronáutica le otorgó al general Rodolfo Rodríguez Quezada, comandante de la Estación Aérea Militar número uno de la Sedena, el reconocimiento "Juan Guillermo Villasana" por su trayectoria de más de 50 años en la aviación.
Quezada ha organizado las dos Ferias Aeronáuticas de México (FAMEX) en 2015 y 2017, en las cuales la industria aeroespacial mexicana ha brillado de forma especial, tomando en cuenta que ahora está entre las 15 más importantes del mundo. Además, Brasil le otorgará la medalla Santos Dumont por sus contribuciones al sector aeronáutico. Villasana y Dumont son los dos pioneros más importantes de la aviación latinoamericana, dos reconocimientos muy merecidos.
Lo oí en 123.45: Además, se debe investigar y hacer justicia en el caso de Mexicana de Aviación: anular las irregularidades, castigar a los responsables y resarcirle a los trabajadores su patrimonio.
E-mail: raviles_2@prodigy.net.mx
Twitter: @charoaviles
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