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02/05/2024

In English, please

Juan A. José / Miércoles, 18 Octubre 2023 - 01:00

Les cuento que por ahí se me encomendó impartir un curso especial del idioma inglés para un grupo de profesionales del sector terciario de la economía (los servicios), privilegio que agradezco enormemente, toda vez que combina dos de mis grades pasiones: la docencia y las lenguas extranjeras.

Lo dije en las páginas del portal de noticias T21 en una entrega de hace 10 años y ahora me atrevo a volver a afirmarlo, pero entre los contenidos del muy aeronáutico portal A21: el nivel de manejo del idioma inglés entre los prestadores de servicios de aerotransporte es muy pobre, aún entre funcionarios de primer nivel y debe ser incrementado en beneficio del cliente y, por ende, de la organización misma. Inclusive, he notado que en una aerolínea mexicana en la que he volado recientemente, no se hacen anuncios en inglés como solía hacerse antaño, por lo menos en otras compañías.

No hay que olvidar que el de William Shakespeare es el idioma de aviación y que buena parte de la normatividad técnica, manuales, textos y procedimientos, fueron redactados en inglés y si bien muchos de ellos han sido traducidos, irónicamente la calidad de las traducciones es tan mala en muchos casos que nos vemos obligados a recurrir a las fuentes originales.

No en balde los profesionales de las naciones que más están avanzando en su desarrollo en el mundo, si es que no provienen de países en los cuales se habla regularmente el inglés como es el caso de la India y Sudáfrica, lo están estudiando intensamente (Corea del Sur, China, Brasil, Turquía y Vietnam, ilustrarían este segmento).

En México, como en el resto de toda hispanoamérica, incluyendo por cierto a “la Madre Patria”, cuyos ciudadanos parecen tener un problema ontológico con los idiomas extranjeros, nos encontramos con frecuencia con gente en puestos de responsabilidad que no maneja en inglés como debiera, o personas que no han llegado a ocupar puestos importantes precisamente por esta limitante, caso de mi finado padre que nunca escatimó pagar mis colegiaturas de la “english school”.

Hace unos años, un amigo me pidió un consejo para que su hijo pudiese estudiar algo que termine por involucrarlo en las actividades aeronáuticas. Mi consejo fue sencillo: que estudie lo que quiera pero que no deje de dominar el inglés. ¿Y otros idiomas además de ese? ¡Bienvenidos! Pero siempre teniendo como prerrequisito una certificación académica relacionada con estudios que lo conviertan en angloparlante.

De la misma manera en que he invitado a mis amables lectores a recuperar sus libros de geografía, ahora los invito a ver de qué manera logran leer las revistas National Geographic pero en su idioma original. Si no lo consiguen, creo que es tiempo de invertir en una buena escuela de idiomas o irse un tiempo a Londres, Toronto o Boston a aprender lo que en la escuela primaria debimos aprender. Es tiempo además de que las autoridades educativas nacionales reconozcan la importancia de este idioma y le den un verdadero impulso en las escuelas en beneficio de México y de los mexicanos.

Dedico esta entrega al recuerdo de un profesor de inglés de la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores de México que, hacia el año 1978, me apoyó para que luego de apenas un mes de curso intensivo, una vez en una escuela de vuelo de la Florida no tuviese problemas para comunicarme “in english” con el Control de Tránsito Aéreo norteamericano.

“Los  artículos firmados  son  responsabilidad  exclusiva  de  sus  autores  y  pueden  o  no reflejar  el  criterio  de  A21”

 

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