Tuve la oportunidad de asistir a la edición 2023 de la Feria Aeroespacial México (Famex), celebrada en las flamantes nuevas instalaciones de la Base Aérea Número 1 de la Fuerza Aérea Mexicana, en Santa Lucía, Estado de México, realizada del 26 al 29 de abril.
Habiendo tenido el privilegio de asistir, en el pasado, a decenas de ferias y shows aeroespaciales en diversas geografías, además de varias ediciones de eventos en nuestro país, caso notorio de la inolvidable AeroExpo con mis amigos el capitán Héctor Dávila y Enrique Lira en los controles, quizás me puedo considerar en posición de emitir una opinión objetiva y sustentada respecto a aquello que experimenté en la Famex 2023, con la Secretaría de la Defensa Nacional y la Fuerza Aérea Mexicana en el asiento izquierdo y en el asiento derecho de la aeronave, respectivamente, misma que, por cierto, lograron llevar a su destino, hay que decirlo, con éxito, replicando lo acontecido en el año 2021, edición a la que también califiqué, con justicia favorablemente, recordando nuevamente con el cariño y reconocimiento que se merece al siempre amable, el finado general de ala Rodolfo Rodríguez Quezada, considerado por la comunidad aeronáutica mexicana como el alma detrás de la Famex.
Tal y como lo compartí en dicha entrega, la feria se ha convertido en el evento de su tipo más importante de nuestro país y, seguramente, lo seguirá siendo en los años venideros, mediando la determinación y esfuerzo de sus organizadores y claro está: el interés de expositores y visitantes, es decir, del mercado, variable sin la cual simple y sencillamente no tendría sentido organizarla.
“El que busca le encuentra…”, y la madre naturaleza dio motivos de crítica “a quien le quiera buscar”, en la forma de una fuerte ventisca, que la azotó la tarde de su inauguración, provocando algunos daños y lesiones; no hay que olvidar que, nos guste o no, este tipo de fenómenos meteorológicos son comunes en esa zona del Estado de México.
De esta manera, me da gusto poder hablar en positivo de la Famex 2023, simple y sencillamente por una razón todavía más poderosa que regalarnos un muy buen evento, es más, un espectacular evento, gracias a las maniobras de esos Lockheed-Martin (General Dynamics) F-16 “Fighting Falcon”, del “Viper Demo team” de la Fuerza Aérea norteamericana; me refiero a la capacidad de la feria de darnos un espacio a los aeronáuticos de volver a encontrarnos. Y es que los casi 20,000 pasos que mi teléfono celular me dice realicé a pleno rayo del sol, se justificaron solo con el hecho de poder darle un abrazo, por ejemplo, a mi entrañable amigo y colega del quehacer aéreo, el ingeniero y maestro Sergio Barrera Sánchez, hoy día representando con enorme dignidad y profesionalismo a la Universidad Aeronáutica de Querétaro (UNAQ), posibilidad que, por lo menos para quien firma esta nota, es lo mejor que nos regaló la reciente Famex.
Estoy seguro que muchos de mis lectores que asistieron al evento estarán de acuerdo conmigo, al haberse reencontrado con gente que quieren o admiran en sus instalaciones, como espero volver a hacerlo ahí mismo en el año 2025.
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