El plan original de aeropuertos en el área metropolitana de la Ciudad de México era contar con tres facilidades, esto con el propósito de atender la complicada movilidad hacia el aeropuerto. De ahí nació la idea del aeropuerto de Santa Lucía, fuera de toda idea de aludir a tintes políticos, a pesar de la cancelación del proyecto aquel de seis pistas y que estuvo demasiado trillado durante el sexenio anterior, debo decir que solo con tres aeropuertos para el área metropolitana de la CDMX se puede dar una factibilidad real de acceso a vuelos sin tener exagerados tiempos de recorrido. La Ciudad de México es tan grande y con un tráfico vial tan complicado que solo ofreciendo más de una alternativa se puede lograr satisfacer a todos los usuarios de los medios aeronáuticos. Al principio del anterior sexenio se lanzó la información, pero diversas circunstancias han ido aplazando este desarrollo, circunstancias que tienen que ver con la quiebra de la antigua Mexicana de Aviación, la decisión de incluir a los militares en casi cada actividad económica, pero sobre todo en la creación de aeropuertos nuevos de este país por cuestiones poco claras y otras más. Lo que voy a decir ya se ha dicho en este espacio, pero la historia es que las líneas de bajo costo nacieron en el aeropuerto internacional de Toluca, me refiero a la extinta Interjet y la línea Volaris, de hecho, estas dos empresas comenzaron sus operaciones regulares en este aeropuerto, pero al ver que Mexicana de Aviación dejó de operar en el AICM y que Aeroméxico no podía cubrir el espacio que dejó Mexicana el gobierno autorizó a Volaris e Interjet a operar desde el AICM, creo que recordaron el gran problema que se tuvo en el 1988 cuando quebró Aeronaves de México y se dejó de atender a muchas ciudades dada la exclusividad de operaciones de la extinta Aeronaves de México. Habiendo salido Mexicana totalmente de México, las cosas cambiaron para la aerolínea bandera, sin embargo, no tuvieron la capacidad de “suplir” las rutas de la aerolínea Mexicana de Aviación, esto se debió a que no contaban con la cantidad adecuada de aeronaves y la estructura para implementar nuevas rutas no podía avanzar al paso que se necesitaba. Muy pronto el AICM se saturó y la gran cantidad de demoras que se tenían a diario hizo recapacitar a la autoridad y se pensó en la disminución de las de operaciones por hora dándole un mayor uso al AIFA.
Las cosas siguieron avanzando y se fueron resolviendo los problemas de conectividad del AIFA, se continuaron las vías de acceso a la nueva terminal aérea, las inversiones para hacer esto eran multimillonarias pero es algo que se debe terminar sin demora y darle un mayor uso a la terminal construida en la antigua base militar de Santa Lucía. Al día de hoy el avance de las vialidades al antiguo aeropuerto militar es asombroso, el tren que sale de la estación del metro Buenavista y accesos desde diversos puntos están casi completados. El otro aeropuerto, el de Toluca tiene mucho avance, prácticamente está terminado, las vías de acceso son excelentes pero el tren interurbano que pudo pasar por el aeropuerto no se diseñó con ese fin y si quieres ir en el tren al aeropuerto de Toluca deberás descender de la terminal y transportarte en taxi o en autobús hasta la terminal aérea. Para mi que deben quedarse los tres aeropuertos y revivir el proyecto original de los tres aeropuertos, más los que pudieran sumarse a la compleja conectividad de la urbe.
Deben quedarse los tres aeropuertos a pesar de las opiniones en contra que solo quieren politizar el asunto, los ciudadanos que viven al poniente de la Ciudad de México quizá les quede mejor moverse desde el aeropuerto de Toluca, la gente que vive al norte de la gran ciudad tiene la facilidad de moverse al AIFA en lugar del AICM por los problemas tan complejos de tráfico que a veces se vuelve insoportable. Y no solo eso, en el proyecto de comunicación de la zona metropolitana se contemplaba conectar el aeropuerto de Cuernavaca y otros más. Mientras más opciones de conectividad se ofrezcan a la ciudadanía será mejor el grado de satisfacción y quizá esto repercuta en otros rubros que contribuyan al desarrollo de nuestro país. Siempre se beneficiará a los ciudadanos con mejores oportunidades de transporte, ya sea terrestre o aéreo, se crearán centros habitacionales en lugares que antes ni se soñaba, crecen los centros urbanos, se descentralizan mayor número de personas que al tener transportes adecuados pensarán desplazarse a ciudades más apartadas de los ya saturados centros urbanos, desarrollo de hospitales, de escuelas, en fin, se verá avance.
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