“La única manera de volar un avión comercial de manera segura es, cuando menos, con dos pilotos bien entrenados, bien descansados y alertas tras los controles durante todo el vuelo”
En las últimas semanas se ha comentado mucho en redes y en todo el mundo la idea de que un avión de transporte de pasajeros se puede volar con un solo piloto tras los controles.
Es verdad, la tecnología ya existe pero no hay posibilidades por ahora y, en décadas por venir, de que esa tecnología pudiera suplantar en un momento dado las decisiones humanas que son necesarias a la hora de que las vidas de cientos de pasajeros puedan estar en peligro debido a una situación anormal o de emergencia durante el desarrollo de un vuelo.
Todos los sistemas de las aeronaves comerciales modernas tienen un sistema de respaldo y cuando menos un piloto adicional entrenado y alerta no puede ser la excepción. El piloto debe contar con un respaldo igual de eficiente cuando hablamos de la seguridad de vidas humanas.
Por ahora no podemos siquiera pensar en súper pilotos, súper seres humanos que puedan tener la capacidad de permanecer alertas durante un vuelo de largo alcance que pueda permanecer 16 horas continuas o en algunos casos más, o en uno que mantenga sus condiciones mentales y físicas al 100% durante vuelos de corto y mediano alcance con 4 aterrizajes o más y con jornadas que normalmente rebasan las 12 horas.
Durante el tiempo de vuelo los pilotos deben auxiliarse constantemente uno al otro y mantener un trabajo coordinado, especialmente cuando las condiciones del vuelo se tornan difíciles como en caso de mal tiempo, condicionantes anormales y especialmente durante emergencias.
Un segundo piloto siempre puede externar opiniones y ayudar a que las decisiones del piloto al mando sean las adecuadas en base a mayor y distinta información lo que viene a reducir los errores al mínimo y por consiguiente los accidentes.
Actualmente volar es la manera más segura de viajar y hoy los aviones son responsables de tan solo el 0.0006 por cada mil millones de kilómetros recorridos.
Podríamos decir que la posibilidad de que una persona pueda tener un accidente fatal en un avión es de solo una en 13 millones.
Lo anterior no siempre ha sido así y en tiempos pasados se perdieron muchas vidas en accidentes aéreos cuando no se contaba con la alta tecnología de los sistemas de respaldo de hoy y cuando los pilotos no tenían los entrenamientos a los que hoy están sujetos en todo el mundo.
Una emergencia en vuelo requiere no solo de sistemas modernos y sus respaldos sino también del profesionalismo y cooperación de dos o más pilotos trabajando juntos para evitar accidentes y salvar vidas.
Otra cuestión que va a retrasar por muchos años la aceptación de un solo piloto en las cabinas de aviones comerciales es la que se refiere a las leyes y reglamentos vigentes en todo el mundo, empezando con los 12 mil SARPS.(Normas y métodos internacionales recomendados) y los 19 anexos de OACI que contemplan en todos sus artículos y en su espíritu como mínimo a dos pilotos tras los controles de una aeronave de pasajeros.
A lo anterior habría que agregar la necesidad y enorme dificultad de cambiar no solo reglamentos y leyes propias de cada estado en materia aérea que podrían incluir hasta cambios Constitucionales para homologar mundialmente la operación aeronáutica.
Miles de millones de dólares deberían invertir los fabricantes de aviones en proyectos para cambiar las actuales cabinas de vuelo y acondicionarlas para operar una aeronave comercial con un solo piloto.
Igualmente deberán ser cambiados los requisitos y procesos de adiestramiento para estandarizarlos mundialmente en todas las aerolíneas así como los exámenes de aptitud física y mental y el cuidado del factor humano.
Para terminar, falta saber cuántos pasajeros estarían dispuestos a abordar tranquilamente los 130 mil vuelos diarios alrededor del mundo que se llevan a cabo en las casi 6 mil aeronaves cada día, sabiendo que durante las próximas horas su seguridad y su vida van a depender del criterio y decisiones de un solo piloto en la cabina de mando a la hora en que las cosas se compliquen durante su viaje, y nada que decir en caso de una emergencia.
La seguridad debe ser lo más importante para cualquier persona de cualquier área que trabaje en una aerolínea comercial de transporte de pasajeros.
Hoy mismo, casi 32 millones de esos viajeros que vuelan alrededor del mundo cada año dependen de los 370 mil pilotos activos de líneas aéreas comerciales manteniendo un índice de seguridad actual sin precedentes.
La industria aérea mundial debe seguir manteniendo este índice mejorándolo aún más y no será con un solo piloto tomando decisiones durante el vuelo más allá de las modernas tecnologías que se pueda tener esas garantías que hoy tienen los pasajeros que se transportan por aire.
“Los artículos firmados son responsabilidad exclusiva de sus autores y pueden o no reflejar el criterio de A21”
Facebook comments