Un bote no va hacia delante si cada uno rema en su propia dirección y a su propia manera .
-Proverbio swahili-
Hace unos días recorrió las redes un desplegado anónimo publicado aparentemente por un piloto de Mexicana militar en el que comenta las pésimas condiciones laborales bajo las que desarrollan su trabajo como pilotos de la aerolínea del estado.
Desde luego que por tratarse de un documento anónimo no hay más que esperar a que haya algún pronunciamiento por parte de la administración de la empresa.
Por otra parte, de una fuente confiable hemos sabido que mucho de lo que se publicó en ese anónimo tiene verdades contundentes y que las condiciones a las que están sujetos los tripulantes están muy alejadas de lo que establece la ley Federal del Trabajo.
No vamos a repetir en esta columna la serie de apuntes de ese desplegado pero debemos decir que es algo que realmente no sorprende porque de muchas maneras especialistas del medio comentaron hace tiempo que se podrían dar todo tipo de problemas en la operación de una aerolínea comercial civil administrada por militares.
Quien aparentemente habla en ese desplegado a nombre de 25 pilotos que fueron enviados a entrenamiento a Brasil para volar los nuevos aviones Embraer E2 se refirió a cuestiones que al final pueden repercutir en la seguridad de las operaciones de la empresa y eso obviamente resulta ser de la primera importancia por lo que debería ser denunciado y probado con todas las de la ley ante las autoridades de AFAC.
Ya sabemos que los militares tienen una formación y los pilotos que han contratado tienen una formación civil muy distinta y resulta lógico que surjan los inconvenientes por las grandes diferencias laborales que han impuesto los administradores de Mexicana.
Los Militares están entrenados para obedecer, antes que nada, órdenes hasta donde tope y los pilotos civiles han aprendido desde la escuela de vuelo que el trabajo de volar un avión repleto de pasajeros requiere de otro tipo de información que deja la última decisión sobre todo lo relacionado a la operación en el piloto al mando de la aeronave y esto resulta difícil de aceptar por quienes hoy administran la aerolínea.
En cuanto a las condiciones laborales en general, empresa y trabajadores deben cumplir como mínimo con lo establecido en la Ley Federal del Trabajo y en lo que se refiere a la parte operativa deben priorizarse los reglamentos de AFAC y lo establecido en los diferentes anexos de OACI.
Si los administradores militares no comprenden la necesidad que imponen las reglas del trato laboral a los trabajadores civiles de la aerolínea podemos decir que muy pronto se pueden quedar sin pilotos y otros trabajadores y difícilmente podrían conseguir más interesados.
Mexicana de aviación militar como línea aérea comercial todavía no promete mucho y aun antes de consolidar flota, itinerarios, rutas y una operación eficiente y segura aparentemente ya tiene a parte de sus trabajadores en contra, lo que seguramente aumentará sus problemas
Al tiempo.
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