Las cosas en nuestro atribulado México están que arden.
No hay día en que no estemos recibiendo noticias que en su mayoría son verdaderamente alarmantes y que de una u otra manera están afectando la estabilidad política y económica de nuestro país.
Desde luego nuestra industria aérea está resintiendo y seguramente va a resentir de diferentes maneras esta turbulencia que el propio sistema político está autogenerando.
Nuestras aerolíneas nacionales están haciendo grandes esfuerzos por mantenerse en el camino del desarrollo y éxito pero, como decíamos en nuestra entrega anterior, lo hicieron y lo están haciendo sin la menor ayuda o apoyo por parte del gobierno después de los años difíciles del COVID que llevaron a la desaparición de algunas empresas que operaban de manera eficiente y segura.
El futuro no pinta nada promisorio y ahora las diferentes administraciones estarán pensando ya en nuevas estrategias financieras y operativas de cara a lo que se puede venir si las políticas gubernamentales siguen el camino marcado hasta hoy.
El primero que va a resentir el cambio será sin duda el pasajero que usa aviones para viajar ya sea como turista o en viajes de negocios y un posible aumento de costos de boletos podría verse reflejado debido al pago que deben hacer las aerolíneas de diferentes costos de operación en dólares americanos.
Efectivamente, mover un avión de pasajeros cuesta mucho dinero y se paga siempre en dólares empezando con la compra o venta de aeronaves, derechos de despegue y aterrizaje, plataformas, refacciones y desde luego el costo del combustible, entre muchos más, por lo que en caso de que los problemas sigan y el deslizamiento del peso continúe, los costos se verán afectados y van a ser pagados por quienes viajan.
Desde luego que esta es una manera muy simple de hablar sobre un problema que ya tenemos pero que se puede agravar mucho en cualquier momento y que es abordado de manera muy profesional por todo tiempo de especialistas e Instituciones no solo de nuestro país sino del resto del mundo que hoy tienen puestos los ojos en México.
Todos esos expertos que cuentan con información fidedigna y comprobable que realizan análisis serios nos hacen ver una problemática que afectaría seriamente a nuestro país y con él a nuestra industria aérea si las reformas gubernamentales propuestas llegan a pasar como están previstas.
Por otro lado, cualquier modificación al tratado de libre comercio entre Canadá, Estados Unidos y México tendría un impacto directo y desastroso en nuestra industria aérea Mexicana
Vienen días de turbulencia y todos quienes participan en esta industria que da de comer a miles de trabajadores y que aporta millones de dólares al PIB del país deberán de actuar consciente y responsablemente y lo mismo aplica, desde luego y principalmente, para nuestra clase política que hoy tiene literalmente en sus manos el progreso y destino de todo México.
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