En los últimos días hemos recibido noticias de que se han presentado varios incidentes (más no accidentes) en aviones de Aerolíneas comerciales.
Afortunadamente ninguno de estos incidentes ha dejado fatalidades, aunque el sucedido con el avión de Alaska, el cual perdió una puerta de emergencia en pleno vuelo, pudo haber sido una verdadera tragedia si el evento, en lugar de haber sucedido a los 10 mil pies se hubiera presentado a los 35 mil pies de altitud, pues a una gran altitud posiblemente hubiera causado una despresurización explosiva con todas sus graves consecuencias.
Tan pronto, en tres semanas la NTSB (National Transportation Safety Board), agencia investigadora de accidentes estadounidense, pudo dictaminar sobre las causas del desprendimiento de dicha puerta de emergencia, la cual se soltó de su marco debido a la falta de instalación de 4 pernos esenciales para su aseguramiento.
De nuevo el error humano se presenta como la causa de este evento, al fallar en la instalación de los pernos de seguridad de la puerta.
Tanto Alaska Airlines, como algunas otras aerolíneas que operan el B737 MAX alrededor del mundo, decidieron que esa puerta no era funcional ni necesaria por lo que pidieron al fabricante y a sus técnicos su clausura con el objeto de poder aprovechar más espacio para asientos de pasajeros en el interior del avión.
Hay que decir que la modificación en el uso o no de esa puerta debió haber sido autorizada por FAA por lo que podemos pensar que en todo caso puede haber una responsabilidad compartida entre aerolínea, fabricante y autoridad.
Después de los dos accidentes fatales que costaron la vida de 356 pasajeros debido a un claro error de diseño del sistema de recuperación de cabeceo arriba, este modelo 737 MAX fue sujeto a miles de horas de vuelo real y simuladores para lograr que FAA lo certificara de nuevo, lo que lo ha convertido en el avión más probado e investigado en la historia de la fábrica Boeing y de la NTSB.
Por ahora 230 aviones 737 MAX9 vuelan por todo el mundo con seguridad y eficiencia, además de otros 10 mil de los diferentes modelos de este 737, transportando millones de pasajeros cada año.
Además el fabricante Boeing tiene pedidos por otros 5 mil aviones 737 modelos MAX 8,9 y 10 para ser entregados en los próximos 15 años.
Definitivamente volar en avión sigue siendo la forma más segura de viajar y de acuerdo a estadísticas un pasajero debe volar primero más de 100 mil horas en aviones comerciales para verse envuelto en un accidente fatal.
El fabricante Boeing ha pasado muy malos momentos desde los accidentes iniciales del MAX y, aunque se han descubierto algunos errores en el control calidad en sus productos, sus aeronaves, al igual que todas las que vuelan por todo el mundo de cualquier aerolínea y marca siguen cumpliendo con los más altos estándares de seguridad y eficiencia y la prueba de ello es que lo hacen bajo el permiso, certificación y vigilancia constante de FAA y de las otras agencias federales en todo el planeta y sus expertos.
La más alta tecnología instalada en las aeronaves comerciales modernas de cualquier marca también está sujeta a fallar y por eso se invierten millones de dólares en su mejoramiento para lograr 100% de confiabilidad y así mismo se invierten más millones de dólares en entrenamientos muy completos para tripulantes y técnicos que están obligados a responder con toda responsabilidad.
Hasta hoy, el factor humano sigue siendo la causa principal de incidentes y accidentes aéreos con más del 90% de todos ellos por lo que nos queda claro que es ahí donde se debe seguir trabajando para tener personal técnico a la altura de esa nueva tecnología de la que hablamos.
Seguridad es lo primero que debe vender cualquier aerolínea comercial y en ese sentido deben seguir invirtiendo en tecnología y entrenamientos, de lo contrario ya sabemos lo que puede traer.
“Los artículos firmados son responsabilidad exclusiva de sus autores y pueden o no reflejar el criterio de A21”
Facebook comments