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27/12/2024

Las malas decisiones

Francisco M. M… / Jueves, 7 Diciembre 2023 - 01:00

Las acciones que el gobierno federal ha llevado a cabo en materia aeronáutica no han tenido ni mucho menos el éxito que se ha pretendido.

Todas las decisiones que se han tomado han traído problemas adicionales y algunos de ellos muy importantes y con seguras repercusiones a mediano y largo plazo.

La primera decisión que prendió las alarmas fue sin duda la cancelación del proyecto del aeropuerto de Texcoco que hoy ya estaría totalmente terminado y hubiera sido un importante Hub de nivel internacional y uno de los aeropuertos más eficientes del planeta.

Hay que recordar que el proyecto, aún después de haber sido cancelado, le dio un premio internacional a Germán Foster quien fue el arquitecto a cargo del plan y de su construcción.

Después llegó la clara militarización de la AFAC y hay que decir que muchas personas en la industria nos declaramos en contra de traer militares a manejar la Agencia Civil de Aviación de México.

Para empezar, y debido a su obvia formación castrense, nuestros militares no tienen la preparación, el conocimiento y la experiencia que se requiere para hacer trabajar eficientemente cuando se trata de asuntos de aviación comercial.

Ya ha habido grandes fracasos con importantes repercusiones en algunos países donde se ha utilizado este esquema de militares dirigiendo y operando la autoridad aeronáutica civil. 

En México vemos todos los días la burocracia y la falta de eficiencia con la que hoy opera AFAC y debemos decir que no es culpa de nuestros militares sino de quien los puso ahí.

Después de la mala idea de militarizar AFAC se han tomado varias decisiones que afectan a la industria aérea que hasta hoy no han dado resultados, por el contrario, han venido a crear obstáculos adicionales.

Otras decisiones como la construcción del aeropuerto de Santa Lucía que sigue sin funcionar como se pretendía, el traslado de todas la operaciones de carga al AIFA, la reducción de operaciones en el aeropuerto Benito Juárez, la administración de algunos aeropuertos también a militares, el abandono de este aeropuerto que está manos de la Secretaría de Marina, la formación de una línea aérea comercial del estado pero militar y otras decisiones, se han convertido en un gran obstáculo para el fortalecimiento y crecimiento de nuestra industria aérea.

Parecería que la aviación de nuestro México, que aporta miles de millones al PIB y que también es fuente de millones de empleos directos e indirectos, se encuentra bajo ataque debido a esas decisiones que han sido claramente en perjuicio de la industria.

La buena noticia es que nuestras aerolíneas y la aviación corporativa de México siguen ideando estrategias para mantener una operación segura y eficiente y siguen llenando los aviones con millones de pasajeros cada año. 

Y así, nuestra aviación sigue en espera de la tan mencionada y prometida política aérea de estado, lo que sin duda vendría a cambiar para bien el estado de cosas en la industria.

*“Los artículos firmados son responsabilidad exclusiva de sus autores y pueden o no reflejar el criterio de A21”*

 

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