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29/03/2024

La eficiencia en la recuperación

Francisco M. M… / Miércoles, 25 Noviembre 2020 - 22:02

“La eficiencia, como la higiene es un estado, un ideal, no un método” - Harrington Emerson 

En esta época de crisis tan grave que nos ha tocado vivir, estamos obligados como nunca a cambiar nuestros hábitos de acuerdo con las nuevas circunstancias, a modernizar y actualizar nuestras formas de ver y hacer las cosas porque es nuestro propio futuro el que depende de ello.

La industria aérea mundial trabaja (o debería trabajar) en un 100% con base al concepto de la eficiencia, y ahí se involucran todos: administraciones de las aerolíneas, trabajadores y por supuesto autoridades quienes forman una cadena en la que si se pierde un solo eslabón todo el sistema se descompone y se viene abajo.

De acuerdo con Samuelson y Nordhaus la eficiencia es “a utilización de los recursos de la sociedad de la manera más eficaz posible para satisfacer las necesidades y los deseos de los individuos”.

Por su parte, el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española define la eficiencia como “la capacidad de disponer de alguien o de algo para conseguir un efecto determinado”

¿En dónde está el secreto de las aerolíneas que desde siempre han sido eficientes y seguras?

Indudablemente en el apoyo de sus autoridades aeronáuticas, los altos índices de eficiencia en sus sistemas administrativos, operativos y financieros y serán estas aerolíneas las que van a sortear de mejor manera la crisis sanitaria que hoy vivimos, porque incluso hasta para sobrevivir crean estrategias que al final resultan ser totalmente eficientes.

Ya hay ejemplos en el mundo de algunas líneas aéreas que han comenzado el camino de la recuperación y lo están haciendo con la invaluable ayuda de sus propios trabajadores y de sus autoridades aeronáuticas que ya han logrado ser eficientes en todos sentidos.

Cumpliendo cada quien con su tarea, trabajando todos juntos de manera expedita, coordinada y con las mismas metas, van encontrando la manera de reactivar su aviación nacional y serán las que al final se queden con una mayor parte del delicioso pastel que es la industria aérea mundial.

Por ahora, son las aerolíneas europeas y asiáticas las que están alcanzando grandes índices de eficiencia y previendo con esas bases salir de la crisis mundial en el corto y mediano plazo.

El primer eslabón de esta cadena de trabajo necesaria para poder lograr eficiencia en la industria aérea mexicana es sin duda la autoridad aeronáutica, en nuestro caso la AFAC.

La agencia no puede depender de jaloneos políticos ni seguir atada a reglas y reglamentos obsoletos creados hace 60 años, la seguridad operacional de hoy en nuestras aerolíneas es su principal responsabilidad. 

Urge una modernización, reducción y simplificación de trabas y cargas administrativas de todo tipo, en un enfoque que elimine burocracia, costos y obligaciones para el personal aeronáutico que no estén plenamente justificados.

Esos propios reglamentos antiguos a los que nos referimos otorgan capacidad de decisión final en todos los casos a los altos mandos… y deberían usarla.

Al eliminar dichas cargas burocráticas, con base en decisiones ejecutivas, haría  posible una más eficiente actuación de empresas aéreas y trabajadores, favoreciendo la competitividad y el crecimiento tan urgentes en nuestros días.

En el año 2007 se creó el programa de la “Mejora en la reglamentación y de reducción de trámites” lo que fue aprobado por la Unión Europea con base en su programa de “Acción para reducir cargas administrativas” con un total de 283 medidas de reducción en trámites, lo que ha impactado para bien y de manera directa también a su industria de la aviación comercial aún en esta época de crisis.

En Mexico, la AFAC está trabajando para alcanzar la eficiencia en su actuación, pero  hay que decir que hoy se están pagando las consecuencias de muchas décadas de ineficiencia y burocracia, resultando difícil modificar y modernizar su trabajo, especialmente cuando se sufre de reducción de recursos económicos y de la falta de más personas preparadas, con actitud de trabajo, compromiso, empatía, capacidad y experiencia.

A pesar de los problemas que enfrenta la Agencia Federal de Aviación Civil, parece ir en el camino correcto para lograr la eficiencia, pero la aviación comercial no se detiene, por lo que se requiere mayor rapidez en establecer todos los cambios necesarios para reducir la rampante burocracia que la ha aquejado desde hace años.

El solo cambio de nombre no la convierte en eficiente y la crisis actual aunado a su pasado burocrático, tiene hoy a la Agencia acumulando miles de trámites de todo tipo que involucran a personal técnico, por lo que todos estamos esperando el “golpe de timón” que la lance de una vez por todas a la modernidad y eficiencia, en beneficio de la aviación comercial.

Vienen nuevos tiempos y hay que enfrentarlos eficientemente.

Vásquez Colmenares, Gonzalo Carrasco, Neri Vela, Colliers y compañía tienen frente a sí un gran reto y una meta por cumplir que ya no puede esperar más tiempo. 

Si nuestra  AFAC no se moderniza y no trabaja de forma eficiente y pronto, se puede convertir en un verdadero lastre para los esfuerzos que nuestra aviación comercial está realizando por sobrevivir.

Quienes ahí trabajan tienen la oportunidad de hacer historia y de ellos depende como desean que la historia y nuestra industria aérea los recuerde.

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