P.A. Heriberto Salazar Eguiluz
Presidente del Colegio de Pilotos Aviadores de Mexico
P r e s e n t e
Distinguido colega,
Antes que nada quiero hacerle llegar mi sincera felicitación por haber sido electo como Presidente del Colegio de Pilotos Aviadores de México (CPAM). Dada su experiencia, compromiso y preparación técnica estoy seguro que será un nuevo periodo de éxito y aciertos.
Es visión del Colegio de Pilotos “ser una Institución que facilite el medio del desarrollo profesional de los pilotos aviadores que la integren y el entorno aeronáutico en que se desempeñan”.
Por ley, nuestra institución es asesor de las autoridades en materia aeronáutica y eso lo hace sujeto de ciertas obligaciones y responsabilidades, además de ser una voz experta y reconocida en áreas importantes en el ámbito de la industria aérea.
Entre los objetivos que usted obviamente conoce se encuentran “vigilar el ejercicio profesional con objeto de que éste se realice dentro del más alto plano legal y moral” y otro es “gestionar el registro de las cédulas profesionales de sus integrantes”, entre otros.
Es justamente a este último punto al que me quiero referir y sobre el que quiero llamar su atención.
Durante muchos años, el CPAM fue aval profesional de los pilotos y lo era mientras las cédulas profesionales se encontraban en trámite, pero no sé en qué momento y por qué razón se perdió este importante objetivo. Hoy cada piloto es responsable de tramitar su propia cédula directamente ante las autoridades de la Dirección General de Profesiones, lo que se ha convertido en un verdadero problema burocrático que puede llevar hasta 10 meses y ya hay algunos que han llegado casi a un año.
Como usted sabe, tener en la mano la cédula profesional es requisito indispensable para que la oficina de licencias de AFAC expida la licencia de piloto comercial, por lo que un piloto que está llevando a cabo el trámite puede pasar hasta un año después de haber salido de la escuela de aviación para recibir su licencia y ejercer la profesión.
Por otra parte, al completar el trámite y recibir la licencia comercial, el piloto se ve obligado a volar algunas horas con el tiempo e importante costo adicional que esto representa.
Durante mi paso como vicepresidente de nuestra institución en 1994, tuve, de acuerdo con los estatutos, la responsabilidad de vigilar los trámites de cédulas profesionales y fueron más de 300 las que se entregaron en ese periodo, gracias a las buenas relaciones que tuvimos así como la comprensión y actitud de las autoridades de la Dirección de Profesiones en esos días.
Hace un par de meses tuve la oportunidad de tocar el tema con el Capitán Gonzalo Carrasco, Director de licencias de AFAC, quien por cierto está haciendo grandes esfuerzos por lograr mayor eficiencia en la oficina que dirige.
Le hice la propuesta de que con el solo hecho de que un piloto entregara en la oficina de licencias la prueba de recepción de documentos y que la cédula ya se encuentra en trámite ante la Dirección de Profesiones fuera suficiente para expedir lo antes posible la licencia comercial correspondiente, a reserva de hacer llegar dicha cédula posteriormente al completarse el trámite.
El Capitán Carrasco vio con buenos ojos esa posibilidad y me comentó que revisaría el reglamento de licencias para no caer en la ilegalidad.
Personalmente, no he encontrado en el reglamento de licencias ningún obstáculo legal que impida establecer un procedimiento como el que propongo, dicho esto a reserva de los criterios y decisiones formales de la autoridad correspondiente.
Quizá, el contacto más a fondo y una buena coordinación y trabajo entre usted como Presidente del Consejo del CPAM y el Capitán Carrasco como Director del departamento de licencias de AFAC puedan llevar adelante mi propuesta o en su caso cualquier otra solución rápida y eficiente que apoye a cientos de pilotos a lograr obtener su cédula y licencia comercial en muy corto plazo.
Por otra parte, creo que nuestro Colegio también debería hacer todo lo posible por retomar su posición como aval profesional de los pilotos y no sólo de nombre, sino como un compromiso real que va más allá todavía porque tiene que ver con el cuidado de la profesión de piloto aviador en todas sus áreas.
Especialmente en estos tiempos de crisis, el Consejo Directivo de nuestro Colegio de Pilotos tiene la obligación de ser más imaginativo, de reacciones y decisiones rápidas para lograr eficiencia y mejorar sensiblemente todos los procesos que son del mayor interés para los pilotos de México en el ejercicio de la profesión.
“Sentir hondo, pensar alto y hablar claro” no debe de ser solo un lema, sino una forma de ser y actuar del CPAM y es justamente lo que se espera de ustedes.
Agradezco profundamente su atención y aprovecho la oportunidad para hacerle llegar un abrazo con mi mayor afecto.
P.A Francisco M McGregor
Facebook comments