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25/11/2024

Seguridad aérea 

Francisco M. M… / Jueves, 16 Agosto 2018 - 09:20

"Si usted no puede administrar  la seguridad, probablemente tampoco puede administrar su negocio"

– E. I. du Pont.

Los últimos incidentes y accidentes aéreos sucedidos en México vienen a confirmar lo que sabemos desde siempre, y eso es que el mayor porcentaje de eventos se deben principalmente al factor humano. Lo anterior, sin especular las causas probables de cada uno de dichos eventos, y que los investigadores darán a conocer oficialmente, en su momento. 

Como he comentado en este espacio, la tecnología aeronáutica está tan adelantada y los aviones son tan sofisticados y modernos que resulta raro que se registre un accidente debido a una falla exclusivamente técnica. Sabemos que estos normalmente se deben a una cadena de errores humanos que muchas veces tienen que ver con malas condiciones de tiempo, malos entendidos entre los involucrados, y complacencia o exceso de confianza en el equipo que se tiene en las manos.

También puede derivarse de la falta de una verdadera comprensión de la tecnología porque, como hemos dicho, aunque ésta sea bien manejada por los aviadores, hay señales a la vista de que no es bien comprendida.

Revisando causas probables de accidentes en todo el mundo podemos darnos cuenta –sin generalizar– de que los pilotos aviadores profesionales han ido perdiendo la concentración y la atención a las cosas del vuelo, y tienen en la mente preocupaciones laborales, familiares y de otro tipo.

También resulta claro que los trabajadores aéreos hoy en día están sujetos a presiones mayores, que se pueden manifestar a través de neurosis de vuelo u otras afectaciones mentales graves, mismas que los han llevado a tomar decisiones extremas, como lo pudimos constatar en los eventos de hace unos días con el Q400 de Horizon Air y el Cessna Citation, o con el vuelo de Eurowings de hace unos años, por mencionar algunos.

Aunque los programas de entrenamiento actuales cumplen con las más altas exigencias técnicas mundiales y se desarrollan las habilidades de vuelo de los pilotos, se sigue descuidando el desarrollo del factor humano: la aplicación de un criterio de seguridad; la importancia del sentido común en la ejecución de los procedimientos de emergencia, y la necesidad que existe de que los instructores de tierra, simulador y vuelo, les hagan  comprender que una gran parte de los problemas en operación se solucionan teniendo la mente dirigida en todo momento. Y sobre todos los anteriores, privilegiar la seguridad de pasajeros y equipo.

En nuestro país hay profesionales preparados y con experiencia que todos los días hacen importantes esfuerzos por difundir sus conocimientos sobre la importancia del factor humano y su interacción con la tecnología moderna a través de programas y cursos especiales impartidos a todos los niveles, a los que cada día asisten más personas  interesadas en estos temas. Sin embargo, este esfuerzo parece no ser suficiente, y todos los días nos enteramos de eventos alrededor del mundo –desde los menores hasta los más graves– que nos hacen reflexionar sobre la forma en que se están haciendo las cosas en la industria aérea mundial.

México tiene un largo camino que recorrer en ese sentido, pues vamos siendo testigos del aumento en los incidentes y accidentes –incluso algunos que han costado vidas–. Es responsabilidad de todos, empezando con nuestras autoridades aeronáuticas, implantar, exigir, apoyar y difundir todos los programas encaminados a garantizar la seguridad aérea.

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