La aviación comercial en el mundo ha tenido grandes cambios al paso de los años y se ha modernizado en todos los sentidos, a pesar de haber fraguado muchas dificultades, como la volatilidad de los precios del petróleo, epidemias, amenazas terroristas, disputas bélicas e incluso desplomes económicos. No todas las aerolíneas han podido sobrevivir las repercusiones de dichas externalidades.
Con eso en mente, hay otros jugadores dentro del sector aéreo que han alcanzado altos índices de seguridad y eficiencia. Desde luego, la mayoría de las empresas aéreas que operan actualmente han reportado un impresionante aumento en el número de pasajeros transportados, combinado con estados financieros saludables.
Según estudios recientes, cada hora hay 4 mil aviones en el aire, lo cual equivale a 96 mil vuelos cada día. De igual forma, puede haber más de 13 mil aviones volando a lo largo de la circunferencia terrestre simultáneamente.
Estas aeronaves despegan desde más de 9 mil aeropuertos y los que reciben más tráfico son los siguientes:
• Londres - Heathrow: 105 millones (¡casi 300 mil pasajeros diariamente!)
• Pekín - China: 101 millones
• Atlanta, Estados Unidos: 95 millones
• Chicago - O ‘Hare: 88 millones
• Tokio - Hamada: 82 millones
Por su lado, los aeropuertos de Estados Unidos son los que reciben más aviones a nivel mundial:
• Atlanta: 930 mil aeronaves anualmente (¡100 aviones cada hora!)
• Chicago - O ‘Hare: 877 mil aeronaves anualmente
• Dallas - Fort Worth: 646 mil aeronaves anualmente
• Denver: 623 mil aeronaves anualmente
• Los Ángeles: 612 mil aeronaves anualmente
Estos datos representan un reto gran reto para todos los profesionales que intervienen en la operación de un vuelo.
Cada día, la tecnología aérea se renueva y constantemente nos enteramos de los impresionantes avances que hacen las nuevas aeronaves con sus sistemas de tecnología de punta. La progresión tecnológica ha mejorado la calidad de las turbinas, haciéndolas más eficientes, económicas y confiables. Los procesos intrínsecos del funcionamiento de un avión son indudablemente mejores y esto ha contribuido a la disminución de incidentes aéreos.
Sin embargo, los accidentes no han dejado de suceder y la mayor parte de estos son provocados por errores humanos. Lo anterior genera incertidumbre sobre que se debe de hacer para remediar las imperfecciones que pueden conllevar a una tragedia.
En cuanto a los pilotos, se debe remarcar que, aunque están sujetos a adiestramientos rigurosos, no se toman en cuenta los aspectos delicados de la profesión que a su vez han sido desenmascarados por las extensivas investigaciones hechas después de incidentes aéreos. Uno no debe de fiarse de que los equipos electrónicos de vuelo son infalibles. Las fallas mecánicas y de distinto índole pueden llegar en cualquier momento. Por lo tanto, la tripulación debe de estar preparada para enfrentar estas situaciones con una cabeza fría.
Es necesario ser rigurosos y apegarse a todos los procedimientos de seguridad que hemos aprendido durante nuestros adiestramientos.
Es importante siempre estar alerta, tener un reposo adecuado, mantener la concentración durante el vuelo y nunca dejarse por la complacencia, ya que esta es, a mi parecer, el asesino más mortífero que un piloto puede enfrentar en los cielos.
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