En 2014, la exitosa misión Mangalyaan (un satélite que orbita alrededor de Marte) marcó varios hitos para los científicos e ingenieros indios, al ser el primer país asiático y el cuarto en el mundo que consiguió llegar hasta allí, y el único que lo logró en el primer intento.
El exitoso alunizaje de la India cerca del polo sur de la Luna -nueve años después- marcó un hito histórico para la nación más poblada del mundo y su ambicioso programa de bajo costo en el espacio profundo, y sienta -además- un precedente significativo en la exploración espacial, en el contexto de la Nueva Carrera Espacial (NCE). La misión Chandrayaan-3, lanzada el pasado 14 de julio por la agencia espacial Indian Space Research Organization (ISRO), no sólo demostró el creciente desarrollo tecnológico de la India, que la convierte en el cuarto país en alunizar una nave espacial y el primero en hacerlo en el Polo Sur de la Luna, sino que también le abrió nuevas vías para la investigación científica y las colaboraciones internacionales, al tiempo de reposicionarla políticamente en los BRICS como potencia emergente y como potencia espacial en los Acuerdos Artemis de la NASA, lo que resulta relevante para su crecimiento económico, y puede traducirse en mayores oportunidades de desarrollo y competitividad global.
Luego del alunizaje, Pragyan, un Rover pequeño de 26 kg y seis ruedas, propulsado por energía solar, explora durante 14 días la superficie del polo sur lunar, relativamente no cartografiada, y transmitirá datos a la Tierra durante su vida útil (dos semanas). La ISRO utilizó en esta misión cohetes menos potentes que los de Estados Unidos, lo que obligó a la sonda Chandrayaan-3 a orbitar la Tierra varias veces para ganar velocidad, antes de emprender el viaje lunar con duración de un mes. Los bajos costos del programa espacial de la India es posible mantenerlos debido a que ese país copia y adapta la tecnología existente apoyado en una gran cantidad de ingenieros altamente calificados, que apenas ganan una pequeña parte de los salarios de sus pares extranjeros.
La NCE hacia la Luna (en principio, al polo sur lunar específicamente) le confiere mayor valor a la eficiencia y rentabilidad de las inversiones, y casi todos los proyectos espaciales en progreso están dirigidos a los recursos lunares y al valor de la Luna, como potencial estación de servicio para las misiones espacio profundo.
En el ámbito geopolítico la hazaña india plantea consideraciones importantes si tomamos en cuenta que se produce a tan sólo días después de que la sonda rusa Luna -25 (un módulo de aterrizaje automático de Roscosmos) se estrellara en la misma región y cuatro años después de que el anterior intento indio (Chandrayaan-2, 2019) fracasara. En el contexto actual de la NCE, este acontecimiento podría replantear el lugar que ocupaba la India -en el ranking de las potencias espaciales- después de EU, China, Rusia, ubicándolo temporalmente en el codiciado tercer sitio. Es importante destacar que aterrizar en la Luna no es una tarea sencilla, además de Roscosmos, empresas de Israel (2019) y Japón (2023) también han fracasado; las empresas americanas Astrobotic e Intuitive Machines lo intentarán próximamente. Más allá del fortalecimiento de sus capacidades en la exploración de espacio profundo, con misiones a la Luna, Marte y muy próximamente al Sol (Aditya-L1), ahora la India ve más allá de esta relevante hazaña de importancia estratégica, de la que derivan varias oportunidades en diversos rubros para el programa espacial indio, que a continuación se analizan.
Exploración y descubrimientos científicos. El alunizaje, específicamente en el polo sur lunar, brinda a la India una oportunidad única de explorar esta región relativamente inexplorada, antes que EU, China y Rusia, sin perder de vista que la India recientemente se adhirió a los Acuerdos Artemis, lo que fortalece su posición como socio de este bloque de países. Los científicos e investigadores ahora pueden centrarse en analizar los datos recopilados por los instrumentos de Chandrayaan-3, como los espectrómetros y las cámaras del orbitador, para obtener una comprensión más profunda de la geología, la composición mineral y la distribución del hielo de agua de la Luna, descubrimiento realizado por la India en 2008 (misión Chandrayaan-1). Esta información podría tener profundas implicaciones para nuestra comprensión de la historia y evolución lunar, así como para las posibilidades futuras de utilización de recursos in situ (ISRU).
Utilización de recursos hídricos. El descubrimiento de la presencia de moléculas de agua en la reseca superficie lunar (hielo de agua), en las regiones permanentemente sombreadas del polo sur lunar ha abierto posibilidades interesantes para las futuras misiones. El agua es un recurso fundamental para la eventual presencia humana en la Luna, ya que sirve como fuente de agua potable y oxígeno para los astronautas, así como como posible combustible (hidrógeno) propulsor para naves espaciales (vuelos tripulados). India desempeñará un papel crucial en el desarrollo de tecnologías para extraer, procesar y utilizar los recursos hídricos lunares, lo que podría ser de gran valor para las futuras misiones lunares, a Marte y más allá.
Oportunidades Comerciales. La boyante economía espacial (New Space Economy) ofrece una variedad de oportunidades comerciales y estratégicas. India podrá desarrollar su industria espacial alentando la creación de nuevas empresas privadas y a emprendedores a participar en misiones relacionadas con el espacio. Al fomentar su ecosistema espacial, la India acelerará áreas ya maduras como la fabricación de satélites, los servicios de lanzamiento y los servicios de observación de la Tierra (EO) y, eventualmente incursionará en las industrias del turismo y la minería espacial.
Innovación tecnológica. El alunizaje destacó las capacidades tecnológicas de la India en áreas como la navegación, la propulsión y las comunicaciones. Sobre la base de estos logros, a nivel gubernamental la India puede seguir invirtiendo en investigación y desarrollo descentralizado en el sector privado, para fomentar la innovación en la tecnología espacial, sin soslayar que la industria espacial india también es reconocida a nivel global. Tales avances tendrán aplicaciones más allá de la exploración espacial, beneficiando a diversas industrias y sectores dentro de ese país.
Vuelos espaciales tripulados. India ha expresado su interés en enviar humanos al espacio, como lo demuestra la misión Gaganyaan (vuelo espacial tripulado), inicialmente este desarrollo de capacidades se centra en misiones en la órbita baja terrestre (a 400 kms), el éxito del alunizaje -sin duda- aumenta la confianza de la India en la búsqueda de objetivos más ambiciosos, como enviar astronautas indios a la superficie lunar. Evidentemente, este objetivo mayor requiere de avances tecnológicos sustanciales, cooperación internacional y una meticulosa y efectiva planificación.
Misiones planetarias e interplanetarias. Con un registro de varias misiones espaciales y una misión lunar exitosa en su haber, además del reciente anuncio del lanzamiento del orbitador solar Aditya-L1, previsto para este 2 de septiembre, muy seguramente la India se fijará objetivos más grandes en destinos más distantes. La exploración de Marte, por ejemplo, representa el siguiente paso natural. La misión Mars Orbiter de ISRO (Mangalyaan) ya demostró las capacidades de la India en misiones interplanetarias. Aprovechando esta experiencia, la India seguramente planificará misiones más sofisticadas a Marte, estudiando su atmósfera, geología y su potencial de habitabilidad, para los futuros asentamientos humanos en el vecino planeta.
Colaboración internacional. La hazaña del alunizaje de la India atrajo la atención y el respeto mundial. Sin duda, los esfuerzos de colaboración con otras agencias espaciales y países acelerarán el progreso en la exploración espacial en el espacio profundo. India podrá integrar y liderar alianzas estratégicas -para misiones conjuntas- con otras potencias espaciales, desarrollar tecnología conjuntamente e intercambiar conocimientos y expertise. Tales esfuerzos de colaboración no sólo podrán compartir la carga financiera sino también reunir diversas capacidades y conocimientos especializados, lo que en última instancia permite avanzar en una mayor comprensión del espacio por parte de la humanidad.
Diplomacia espacial. Como ya se planteó, el éxito del alunizaje de la India mejora su posición en el escenario global, proporcionando influencia diplomática. La India aprovechará sus capacidades espaciales para fortalecer los vínculos internacionales y apoyar a naciones con menor desarrollo espacial, extendiendo su influencia hacia otras regiones; participará con sus pares en negociaciones y debates relacionados con el espacio y contribuirá a iniciativas globales que aborden desafíos como el cambio climático, la gestión de desastres y el desarrollo sostenible.
Inspirar a la juventud. Los éxitos espaciales de la India han inspirado a innumerables mentes jóvenes a seguir carreras en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM). La hazaña del alunizaje se capitalizará para establecer programas educativos, talleres e iniciativas que involucren y eduquen a la próxima generación de científicos e ingenieros. El previsible enfoque sostenido en la educación STEM producirá una fuerza laboral calificada que impulse el crecimiento tecnológico de la India y el robustecimiento de sus capacidades espaciales.
"El éxito de la misión lunar de la India no se debe sólo a la India... pertenece a toda la humanidad y ayudará a las misiones lunares de otros países en el futuro. Estoy seguro de que todos los países del mundo, incluidos los del Sur Global, son capaces de lograr tales hazañas", declaró Narendra Modi, primer ministro de la India. En mi opinión, son palabras de un estadista visionario que entiende que la exploración espacial es una tarea para la cooperación internacional en beneficio de la humanidad y no solo un terreno para la competencia, donde prevalecen los intereses individuales; por supuesto sin soslayar que la India también impulsa sus propios intereses.
A grandes rasgos, la importancia estratégica de esta multicitada hazaña representa un momento crucial en el viaje de exploración espacial de esa nación y en su relación con otros países con desarrollo similar, además de apoyar a los países con menor desarrollo interesados en conocer de cerca como -ese país- ha logrado amplios progresos en el terreno espacial en un modo similar al que lo está haciendo China, ambos países con un presupuesto mucho más austero que el de EU. Más allá del éxito inmediato, se abren puertas a diversas oportunidades que van desde descubrimientos científicos y utilización de los recursos lunares in situ (ISRU), hasta innovación tecnológica y colaboración internacional. Al aprovechar estratégicamente estas posibilidades, la India robustecerá su posición en la comunidad espacial global y al mismo tiempo hará contribuciones científico-tecnológicas significativas para una mejor comprensión del universo por parte de la humanidad.
Los importantes desarrollos alcanzados, en relativamente poco tiempo, por parte de naciones como India y China (en escasos 30 años) en el escenario espacial, representan importantes lecciones para países -como México- que aspiran a ocupar una posición relevante y competitiva en la comunidad espacial global. En subsecuentes reflexiones analizaré el caso específico de México, que requiere urgentemente del diseño de un sólido y visionario programa espacial, dicho análisis estará dirigido específicamente a las candidatas que buscan asumir la presidencia de la República en 2024 y que, confío tengan interés en que nuestro país despunte en el ámbito espacial nacional, regional y global.
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