Desde 1960, cuando la FAA instituyó la llamada “Regla de los 60 años” para los pilotos de las compañías aéreas, la relación entre la edad, el rendimiento del piloto y la seguridad han generado muchas interrogantes.
Muchos pilotos, que después de llegar a esta edad dejan la aerolínea, suelen seguir volando en el medio de la aviación ejecutiva como copilotos o como pilotos al mando de aeronaves de aviación general monomotores o bimotores sin problemas, ya que sus performances físicos continúan siendo aptos para tal actividad, siempre y cuando los resultados de salud obtenidos en los exámenes psicofísicos del área de medicina de aviación sean favorables.
Es decir, no se ha encontrado que la edad sea en sí una limitante, siempre y cuando la condición física sea razonablemente buena. Existen pilotos de 55 años de edad quienes ya sufrieron un infarto, por decir un ejemplo y por otro lado, existen pilotos de 80 años sin ninguna afección física. Todo depende de factores genéticos hereditarios, tendencia o no a ciertas enfermedades así como el estilo de vida de cada persona. Sin embargo, es verdad que en cualquier persona, con el paso del tiempo, puede haber cierto deterioro en la función de importantes órganos de los sentidos como son la vista y el oído, por lo que presento algunas recomendaciones para pilotos mayores de 65 años de edad con lo cual pretendemos contribuir a que sus operaciones sean más seguras.
Visión
Para muchos pilotos, los cambios en la agudeza visual se encuentran entre los problemas más tempranos y más notables asociados con el envejecimiento. La visión periférica suele estrecharse, disminuyendo ligeramente el campo visual periférico, la visión de cerca se vuelve menos aguda debido a la presbicia que disminuye la agudeza visual en territorio de visión cercana, los ojos ya no enfocan tan rápidamente, por disminución en la flexibilidad acomodativa lejos a cerca y la visión nocturna se degrada moderadamente.
Dentro del rubro visual, las revisiones periódicas especializadas son importantes ya que pueden aparecer enfermedades crónico degenerativas como la catarata, glaucoma o degeneración muscular y el diagnóstico oportuno no solo podrá asegurar que sigas volando sin problema, sino que te salvará la vista.
Instala en tu avión un sistema de oxígeno el cual puede llegar a ser necesario usar después de los 12,000 pies, particularmente en vuelos nocturnos en donde la disminución en la presión parcial de oxígeno puede contraer más tu campo visual periférico.
Permite que tus ojos tengan más tiempo para adaptarse por la noche ya que existe cierta lentitud en la adaptación a la oscuridad. También considera cambiar la iluminación blanca de la cabina de bajo nivel, que es mejor que la roja para enfocar tus instrumentos de vuelo en estas condiciones. Acostúmbrate a usar lentes progresivos sin línea divisoria, graduados preferentemente en simuladores de vuelo para encontrar las distancias focales precisas de acuerdo con las dimensiones de tu cabina en base a tu ergonomía visual. Nunca uses lentes pregraduados, comprados en un centro comercial. Siempre acude con un profesional aeronáutico del área para una adaptación correcta.
Considera comprar equipo de alerta de tráfico que constituya un apoyo a tu visión periférica en la identificación del tráfico cercano a tu vuelo. Mantén tu mente activa leyendo libros, haz crucigramas, realiza ejercicios matemáticos y cálculos manuales con frecuencia y mantén una actitud positiva ante la vida.
Facebook comments