En uno de cada 600 vuelos de aerolíneas comerciales, se puede presentar un evento médico que puede afectar tanto a pasajeros como a miembros de la tripulación. Tal situación puede ser desde una condición clínica relativamente simple hasta una incapacitación súbita, la cual sería especialmente grave si se presenta entre el personal de tripulación o, particularmente, si le sucede al piloto al mando.
En este sentido, la disminución aguda de la capacidad visual no es tan común dentro de las causales de incapacitación súbita de un miembro de la tripulación. Sin embargo, ésta puede ser especialmente peligrosa si consideramos que más del 80% de la información que recibe un piloto es a través del sentido de la vista.
Hay varias causales que pueden ocasionar una disminución súbita de la agudeza visual de manera bilateral, es decir, afectando la visión de ambos ojos. Por ejemplo, las condiciones metabólicas ya existentes, como una diabetes mellitus descompensada, pueden incrementar la densidad del humor acuoso en los ojos, lo que “miopiza” artificialmente al piloto durante un evento de hiperglucemia y genera alteraciones en la acomodación del cristalino en lo que se regula la concertación de glucosa.
Otra causal puede ser precisamente lo contrario, como una baja de glucosa sanguínea disponible, derivada de un ayuno prolongado con una descarga de adrenalina por parte de las glándulas suprarrenales generando una dilatación pupilar que altere el enfoque súbitamente, así como condiciones donde la baja presión parcial de oxígeno en la cabina, por problemas de presurizacion, puede inducir la contracción del campo visual periférico o hasta la pérdida total de la visión; otras causales pueden ser eventos cerebrovasculares que afecten la vía visual. La revisión médica del personal técnico aeronáutico es primordial haciendo énfasis en el control de trastornos metabólicos y cardiovasculares en el piloto antes de un vuelo.
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