El Aeropuerto Internacional de San Francisco (SFO) informó que es el primero en lanzar un programa para analizar las aguas residuales de los aviones en busca de rastros del virus SARS-CoV-2, que causa el COVID-19.
El proyecto, en colaboración con el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de EU (CDC), tiene como objetivo detectar variantes emergentes de esta enfermedad de manera oportuna y controlada.
Para ello, se instaló un dispositivo automático que recolectará muestras de aguas residuales de una variedad de vuelos internacionales que llegan al aeropuerto.
El Aeropuerto Internacional de San Francisco es un centro internacional importante para United Airlines, con vuelos diarios que llegan desde Europa, Asia y Australasia; posteriormente, las muestras se enviarán a un laboratorio para realizar más pruebas.
Si dan positivo para el virus SARS-CoV-2, se realizará una secuenciación adicional del genoma para establecer la variante y cuyos resultados se enviarán a los CDC.
Ivar C. Satero, director del aeródromo, celebró el lanzamiento del proyecto y aseguró que este esfuerzo representa el enfoque más específico para identificar, monitorear y, en última instancia, mitigar las variantes de COVID-19.
El programa será gestionado y administrado por la empresa de biología sintética Ginkgo Bioworks, con sede en Boston, de acuerdo con información de Simpleflying.
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