Con casi una década de retraso, la capital de Alemania inauguró el Aeropuerto Willy Brandt de Berlín-Brandenburgo (BER), que sustituirá al Aeropuerto Schonefeld.
Las obras de construcción del aeropuerto iniciaron en 2006, sin embargo, el proyecto atravesó por numerosos problemas como negligencias y errores en su planeación, lo que llevó no sólo al retraso de más de nueve años, sino a un incremento en su costo, pasando de mil 700 millones de euros a seis mil 500 millones.
Por su parte, el Aeropuerto de Tegel, que durante años recibió a millones de pasajeros en la región con una infraestructura rebasada, cerrará el próximo 8 de noviembre, mientras que parte de las instalaciones de Schonefeld se anexarán a la Terminal número 5 de BER.
Despegues arriesgados
En meses recientes, pilotos alemanes señalaron que los vuelos que despeguen desde la pista sur del aeródromo deberán virar hacia la derecha en un ángulo de 145 grados a tan solo 180 metros de altitud, en una maniobra que califican como arriesgada. En su lugar, los aviadores prefieren concentrarse en realizar un ascenso recto durante la fase crítica del despegue.
Sin embargo, la Autoridad Federal de Supervisión de Servicios de Navegación Aérea de Alemania (BAF, por sus siglas en alemán) señaló que los procedimientos de despegue desde BER cumplen con los requisitos de la Organización de Aviación Civil Internacional, pero reconoció que la maniobra exige un esfuerzo adicional a los pilotos.
Como alternativa, los pilotos podrían optar por una subida recta más larga, sin embargo, la curva ofrece un menor consumo de combustible y un menor tiempo de vuelo, dijo BAF.
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