La Guardia Civil de España está investigando el robo de un helicóptero Bell-412 que utilizaba para combatir incendios forestales. El delito ocurrió el pasado 7 de agosto, mientras el piloto de la aeronave dormía en la base de Prado de los Esquiladores en Cuenca.
De acuerdo con información local, los ladrones desataron el sistema de transporte de agua con el que se combaten los incendios forestales y despegaron con el helicóptero. La unidad fue encontrada a 400 kilómetros de distancia en buenas condiciones.
“No es muy difícil robar un helicóptero si sabes lo que estás haciendo. Lo que es complicado es volarlo cerca de 400 kilómetros, por debajo del radar y aterrizar de forma segura sin que seas atrapado” señaló Jean-Marc Youkhana, experto, al sitio web Helicopter Investor.
Youkhana añadió que el piloto debía de conocer bien el área en que volaba y saber que hubiera suficiente combustible (o tener algo consigo) para recorrer los 400 kilómetros, además de que no descarta que haya nexos con el narcotráfico en el robo.
Por su parte, el coordinador de la base en Cuenca señaló que el piloto dormía cuando escuchó que el helicóptero estaba despegando, aunque originalmente pensó que otra aeronave estaba aterrizando en la base.
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