Los controladores de tráfico aéreo de Ciudad Juárez solicitaron a sus autoridades aeroportuarias inmediatas el diseño e implementación de un protocolo de protección para utilizar en caso de balaceras u otros eventos relacionados con seguridad que vulneren su integridad física.
Esta petición se desprende de dos balaceras que tuvieron lugar en las inmediaciones del Aeropuerto Internacional Abraham González durante esta semana. Una de ellas ocurrió el pasado lunes 2 de marzo y otra el 4 de marzo a las 6.30 de la tarde.
Tras estos eventos, los controladores reportaron a la delegada del Sindicato Nacional de Controladores de Tráfico Aéreo (Sinacta) de su ciudad la falta de un protocolo a seguir para reaccionar ante esas situaciones en la que de manera improvisada decidieron agacharse como medida precautoria por si se perdía algún tiro al aire.
No obstante, no es la única ciudad que requiere un esquema de protección. En las ciudades de Reynosa y Ciudad Victoria en Tamaulipas los controladores también necesitan una guía de acceso más seguro a sus estaciones de trabajo.
“Hemos solicitado que se establezcan reglas de operación, un acuerdo dentro de las condiciones generales de trabajo para establecer medidas de mitigación ante este tipo de situaciones. No pasa en todas las torres de control por eso pedimos que se ajusten los protocolos a las necesidades de cada aeropuerto”, señaló Alfredo Covarrubias, titular de Sinacta.
Las medidas precautorias no se remiten solamente a la estancia en los aeropuertos, sino también en concretar condiciones de trabajo que les permitan volver a sus domicilios.
“Por ejemplo en Reynosa si salen muy noche o cubren tiempo extra, prefieren quedarse a dormir dentro de la torre de control. Algunos compañeros viven del lado de Estados Unidos y llegar a su casa no es viable”, explicó Covarrubias.
En los manuales de investigación de incidentes y accidentes aéreos de la Organización de Aviación Civil Internacional se evalúa la fatiga, incluyendo el tiempo de servicio. Es decir, se evalúan no solo las horas de la jornada de trabajo sino todo lo que implique poder cumplir con ellas como lo es el traslado desde el domicilio hasta el lugar de labores.
Se mide de esta manera por tratarse de un elemento que coadyuva a la creación de estrés, cansancio u otros factores que mermen la solidez en el factor humano, al grado de abrir una ventana de oportunidad a un descuido de seguridad.
Ante ello, Sinacta ha intentado establecer planes de acción que garanticen la protección del personal técnico aeronáutico en general en las terminales de estas ciudades de alto riesgo.
Por ahora, se definirá con el jefe de estación de la torre de control de Ciudad Juárez un mecanismo que le de más certidumbre a los controladores de la ciudad, ya sea mediante el apoyo con transporte solo para entrar a la terminal u otros protocolos.
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